No se fían los vecinos de Sant Joan d´Alacant. Gran parte de los residentes son conocedores de las intenciones del Ayuntamiento de modificar la ordenanza de veladores para que los negocios cuenten con más espacio para sillas y mesas. Propósito que han confirmado los hosteleros tras una reunión mantenida con los concejales Santiago Román y Vanessa Romá, de Decido, quienes hablan de una modificación «necesaria» después de «muchos años de negociación», pensamiento que coincide con el de los comerciantes, pese a que no esconden su enfado con el Ayuntamiento por no convocarles a esa reunión y «mantenerlos al margen».
La intención del equipo de gobierno es, además de permitir la ampliación de veladores, que los negocios paguen menos cada año, y, además, puedan sumar un 40% de ahorro añadido si el pago se realiza semestralmente, y no mes a mes o cada tres meses.
Mientras, los residentes, muchos de ellos «cansados» del ruido que generan los establecimientos, reniegan de su ampliación si ello supone, además, disponer de un menor espacio para los viandantes, en un municipio en que buena parte de su población es de avanza edad, pero cuyo motor económico es la hostelería.
Los peatones que transitan, por ejemplo, por la confluencia de la Rambla y Jaime I, son conscientes de que la medida puede venir bien para la economía del pueblo, pero exigen disponer de espacio suficiente para pasar con holgura con sus cochecitos para niños, sus carros de la compra o sus andadores.
Es la esencia del parecer de los habitantes, que el derecho al ocio no suponga una problemática en la vía pública. «Al final de la Rambla es complicado pasar por la acera, sobre todo para las personas mayores, pero las mesas dan vida al municipio», afirman Jénnifer Pérez y Ángela Jiménez, ambas vecinas de la localidad. Como Lourdes Mena, residente de Sant Joan, que descansa en un parque muy próximo al edificio consistorial, y apunta que la medida resulta «fenomenal» para los locales, pero «es fundamental respetar el espacio en las aceras».
Por parte de los hosteleros, lejos de entrar en polémicas, piden tranquilidad a los vecinos. «En esta nueva ordenanza se ha tratado de contentar a todas las partes implicadas, tanto hosteleros como vecinos», cuenta su portavoz Miguel Hernández, dueño de la heladeria Jovi, en la Rambla. «Se permitirá una pequeña ampliación de las terrazas a ambos lados de las que ya estan instaladas y se amplía el espacio libre que deben dejar para mejorar el transito de los viandantes. Con ello, además, se aumentará la recaudación municipal por dicha ocupación», aclara Hernández.
Objetivo
La intención de la concejalía de Ocupación de Vía Pública y Hacienda es llevar al próximo pleno una modificación de la actual ordenanza, en vigor desde 2011, basada en una ampliación máxima de siete metros en cada lado para las terrazas de las aceras, «siempre y cuando las características del local lo permitan», apuntan desde ambas áreas, mientras que las terrazas situadas en la calzada solo podrán registrar una ampliación máxima de hasta el ancho de su fachada, por «cuestiones de seguridad».
Además, la modificación de la ordenanza avala una rebaja en el pago de las cuotas, que variaría entre un 10% y 40%, si el pago es mensual o semestral.
Para todo ello, será necesaria la aprobación de la modificación en sesión plenaria, y después habrá un tiempo de exposición pública para que se presenten alegaciones.
Ante las quejas de los vecinos, el edil Santiago Román, afirma que «la gestión de la vía pública es competencia del Ayuntamiento» y que la nueva ordenanza supondrá una «mayor ocupación siempre y cuando los hosteleros cumplan, además de que no se perjudique a los peatones».
