Lo han intentado todo, pero ha sido en vano. Una docena de festeros de San Vicente del Raspeig han sido designados para formar parte de las mesas electorales en las Elecciones Generales y Autonómicas del próximo 28 de abril. No sería relevante si no fuera porque este año la casualidad ha querido que las elecciones coincidan con el día grande de las Fiestas de Moros y Cristianos de San Vicente del Raspeig: el de la Entrada Mora.

De nada han servido los motivos alegados por cada festero para tratar de eludir la obligación electoral. Todos tienen un sentimiento amargo por perderse uno de los actos por el que trabajan todo el año. En el caso de los festeros del bando moro, el dolor es mayor porque se pierden su propio desfile, y para algunos será la primera vez de una vida en la que no se recuerdan sin desfilar. A todos se les parten las fiestas. El sábado por la noche, participarán en la Embajada Mora, la mayoría de ellos como arcabuceros. En torno a las dos de la mañana se irán a dormir y, en lugar de madrugar para volver a vestirse, se dirigirán al colegio electoral donde pasarán todo el día, escuchando, unos más cerca y otros menos, la música y la pólvora que caracteriza a las fiestas.

No ha servido de nada alegar que supone un desembolso económico importante previsto a lo largo del año, en torno a los 2.500 euros; ni siquiera quien ha justificado que sus vacaciones estaban pedidas hace meses para estos días de fiesta o incluso que se es miembro de la organización de las fiestas.

Las excusas han sido denegadas y ello a pesar de la intercesión del Ayuntamiento adjuntando un escrito en el que se informa de que el 28 de abril hay dos actos del calendario oficial de fiestas Patronales y de Moros y Cristianos, a las 11 horas la Entrada Infantil y a las 18 horas la Entrada Mora. Y el apoyo de la Unión de Comparsas Ber Largas que ha personalizado en cada festero las alegaciones para intentar también advertir de la importancia que para cada uno tienen estos días en el calendario. En una mesa electoral estará Gema Chust, de la comparsa Almogávers y miembro de la junta directiva de Ber Largas. No ha logrado la dispensa de la mesa electoral a pesar de haber alegado que es la persona que organiza el Desfile Infantil del domingo por la mañana en el que participan más de 800 niños. La Unión ha tenido que repartirse sus tareas. Tras 22 años en la fiesta, éste va a ser el primero que se perderá los actos del domingo, y en el terreno familiar, no podrá vestir a sus hijos de 14 y 8 años ni verlos desfilar esa mañana. Aunque al menos sí podrá disfrutar de su desfile, porque las huestes cristianas salen el sábado.

Explica que sus vacaciones son las fiestas y ella como otros festeros alegó que las había solicitado en febrero. Tampoco el desembolso económico que supone participar en una comparsa ha servido de excusa en las alegaciones. Juanma Blasco Martínez es miembro de Moros Nuevos y a sus 24 años no recuerda ni uno solo en el que no se haya vestido de moro. Este año se va a perder «el día que más espero del año». Es presidente de una mesa electoral y explica que cuando recibió el aviso «no fui consciente de lo que suponía». Tenía esperanzas de que finalmente no tendría que acudir a la mesa así que recibir la denegación ha sido un jarro de agua fría. Trata de no pensar mucho en lo que supone para evitar entristecerse. «Hasta que no lo hablo no soy consciente de lo que me voy a perder», lamenta.

Lleva la fiesta en las venas, no en vano su padre Juan Manuel Blasco Guijarro, es uno de los fundadores de la comparsa. Reconoce que el «golpe» no lo vive únicamente él, toda la familia está implicada y consciente de que este año Juanma no estará desfilando. Piensa disfrutar de todos los días de fiesta, pero el gusanillo en el estómago del domingo por la mañana no aparecerá este año. «Me ha tocado un instituto muy cerca de Ancha así que cuando oiga la música lo pasaré muy mal», presagia.

De la docena de festeros llamados a una mesa electoral la mitad son suplentes. La Unión de Comparsas confía que finalmente se presenten todos los titulares; aunque reconocen que hasta entonces todos están en un «ay». Entre ellos el padre de uno de los cargos para quien perderse el desfile de su hijo sería un drama. La coincidencia de las fiestas con las elecciones también ha tenido otra repercusión en San Vicente, el aumento del voto por correo.

Durante toda la semana las colas han sido más largas de lo habitual porque muchos vecinos, siguiendo el consejo de varios partidos políticos, lo han solicitado.

«Mantener el desfile ha sido la decisión menos mala»

Para la Unión de Comparsas Ber Largas, una de las decisiones más difíciles de tomar este año ha sido mantener el Desfile Moro el día de las Elecciones Generales y Autonómicas. La secretaria de Ber Largas, Ruth Céspedes, reconoce que finalmente ha sido «de entre lo malo, la opción menos mala». En el cálculo que habían hecho contaban con que un 1% de festeros de los 2.100 adultos censados tendría que estar en una mesa electoral; finalmente el porcentaje ha sido algo más bajo, teniendo en cuenta que 6 festeros son titulares en mesas electorales y los otros 6 son suplentes y muy probablemente no tendrán que quedarse. La opción de cambiarlo afectaba a contratos y a bandas de música fundamentalmente.