El jardín vertical florecerá en los próximos tres meses después de uno años de declive que empezó en 2016. El tapiz vegetal ha ido languideciendo durante los últimos años sin que se le haya devuelto la vegetación que iba marchitándose. El equipo de gobierno ha sostenido durante el mandato que el anterior sistema de riego y cuidado era caro y complicado de mantener.
La rotura del elevador en mayo de 2017 fue el principio del fin de lo que había sido un jardín vertical y se convirtió en la estructura seca y de aspecto abandonado actual. El elevador permitía realizar tareas de mantenimiento que al no llevarse a cabo provocó que poco a poco las plantas fueran muriéndose. Durante meses se esperó una pieza para arreglar el montacargas y finalmente tuvo que cambiarse el elevador.
Hace ahora un año y ya con el ascensor nuevo, la concejala de Medio Ambiente, Nuria Pascual, advirtió que el jardín se quedaría tal y como estaba hasta licitar un contrato para el cambio del sustrato. Finalmente, y tras advertir que el estado del jardín requería de una restauración compleja, salió a licitación el contrato para la mejora integral de todo el entramado por 150.000 euros. Ya en octubre se presentaron dos empresas al concurso. La adjudicataria finalmente ha sido la mercantil SingularGreen SL que va a realizar la rehabilitación integral por 110.000 euros.
El jardín vertical de San Vicente se encuentra en el centro de la ciudad. Fue construido en 2009 con el gobierno del PP y complementa a otra edificación, la Biblioteca Infantil, ambos frente al Ayuntamiento nuevo.
Espacio de protección integral
La actuación de restauración a la que se va a someter ha tenido que contar con la singularidad de que tanto la biblioteca como el jardín vertical están incluidos en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de San Vicente del Raspeig con un nivel de protección integral. Por ello, la actuación debe de ser compatible con la protección establecida y únicamente se admiten obras de restauración y conservación que persigan el mantenimiento o refuerzo de los elementos estructurales, así como la mejora del estado general o instalaciones del inmueble o elemento protegido, manteniendo los criterios del proyecto original.
Sobre el estado actual del jardín vertical, los técnicos de Medio Ambiente destacan que presenta un estado ornamental inadecuado, así como daños en la estructura de sustentación y en los sacos portantes del sustrato y plantas, lo que exige «una importante actuación de rehabilitación».
Entre otros problemas, la estructura metálica está oxidada ya que con el diseño actual se encuentra en contacto directo con el agua de riego y la humedad del entorno. También ha ido desapareciendo el sustrato de plantación de las plantas. El que hay se ha quedado compactado, lo que ofrece la actual imagen de tierra amontonada.
El jardín vertical tiene una superficie de 312,65 metros cuadrados, 16,90 metros de ancho y 18.50 de alto. Se ha previsto la colocación de 9.400 plantas autóctonas
La semana que viene está previsto el inicio de las obras de restauración que van a hacer florecer la singular estructura que cuando fue inaugurada era la más alta de España y para San Vicente se convirtió en uno de los escasos hitos del municipio.
Para evitar que siga oxidándose, una de las acciones va a ser tratar la estructura y evitar el contacto directo del agua de riego implantando el jardín por la parte exterior de la estructura metálica. La mercantil va a limitar la pérdida de sustrato y favorecer el mantenimiento posterior y también en la implantación y mantenimiento de la vegetación del jardín. También pretende mejorar el mantenimiento de la red de riego y favorecer el ahorro de agua y otros productos.
El proyecto de rehabilitación de SingularGreen propone un tipo de jardín vertical hidropónico especialmente indicado para paramentos por su gran ligereza y por la facilidad de instalación. Para su diseño, la empresa ha estudiado y observado el entorno: la biblioteca, el Ayuntamiento, la plaza de la Comunidad, el Auditorio y el mismo jardín vertical. Su propuesta «pretende romper la rectitud de líneas del jardín existente y del entorno, mediante un diseño orgánico, curvilíneo, basado en el famoso cuadro de Van Gogh y en la dinámica de fluidos», advierte la mercantil.
Diseño basado en espirales
Apuntan que con esta propuesta de diseño basada en espirales se genera movimiento en el tapiz vegetal, y se dejan de lado las líneas rectas y quietas del entorno, proporcionando un espacio diferente, donde las plantas empleadas fluyen unas sobre otras.
El jardín contará con un sistema de riego automático y se plantarán en torno a 9.400 plantas. Las especies seleccionadas son las que mejor se adaptan al clima de la zona y son preferentemente autóctonas y de escaso riego. La empresa además realizará el mantenimiento del jardín los próximos tres años.
