Controversia entre las comparsas de Moros y Cristianos de San Vicente del Raspeig tras la decisión consensuada entre el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig y la Federación Ber Largas de mantener los actos festivos del 28 de abril a pesar de que es la jornada de votación por las elecciones generales.

Muchos festeros, especialmente del bando moro, han manifestado su disconformidad y piden que la decisión se reconsidere. Tras la reunión de anoche entre la Federación y los presidentes de las 20 comparsas se decidió no modificar las fechas. Ese domingo es el día fuerte de las fiestas, tienen lugar por la mañana la Diana Cristiana, la Entrada Infantil y por la tarde la Entrada Mora.

Los festeros decidieron trasladar la Diana por ser un acto de disparo de arcabuces en el que se maneja pólvora para el lunes. Las dos dianas, mora y cristiana, se harán de forma conjunta, así como el concurso de disparos.

Los festeros contrarios a mantener el 28 de abril esgrimen que ese día muchos festeros van a tener que estar en mesas electorales a pesar de haber pagado durante todo el año su cuota. Y arremeten contra la Federación a la que acusan de únicamente haber informado, pero no consensuado la decisión.

Ber Largas reconoce el malestar y admite que lo entienden "pero se ha tomado la mejora decisión", advierten. La Federación explica que el domingo 28 de abril todos los actos excepto la Diana "se podrán celebrar sin ningún tipo de problema, según han trasladado desde el Consistorio", advierten.

Ber Largas advierte que en cuanto a las medidas de seguridad y a la autorización de la celebración de los actos para el día 28, "corresponde al Ayuntamiento informar de la situación puesto que ya se ha dado traslado tanto a la Subdelegación de gobierno en Alicante como a Delegación en Valencia".

"No dudamos, y así se expresó tanto a los presidentes como a los representantes municipales y festeros, que la coincidencia del tercer día grande de nuestra fiesta con la jornada de votación para las Elecciones Generales ha generado una gran controversia y una situación inesperada para el municipio y sus festeros", reconocen.

Ber Largas representa a un colectivo de en torno a 3.000 festeros. Por esa responsabilidad admiten que "podemos asegurar que nunca se tomaría una decisión qué perjudicase a dicho colectivo o al único objetivo por el que trabajamos todo el año, que es el normal funcionamiento de las Fiestas de Moros y Cristianos de nuestra localidad", concluyen. A la vez que advierten que no hay marcha atrás en esta decisión.