El alcalde Sebastián Cañadas (PP) afirmó ayer que la responsabilidad de lo que ocurra en la parcela donde está el pozo es exclusivamente de su dueño, asegurando que, tras las obras del colector, se abonó al propietario el dinero correspondiente a las afecciones, y recordó que, como ocurre siempre que hay una obra pública, se repararon los posibles desperfectos que se hubieran podido producir. El primer edil recordó que el Molí Nou está catalogado pero carece de protección, y lamentó que ha sido su dueño el que ha permitido que el inmueble se encuentre en ruinas y se haya echado a perder.