Un pozo de más de un metro de diámetro y ocho metros de profundidad asoma sin ningún tipo de protección en el río Seco, a escasos metros de un sendero local homologado y frente a un enclave histórico como es el Molí Nou, que data del siglo XVI. Una amenaza para la seguridad que lleva así desde hace más de año y medio.
El dueño de la finca donde se ubica este pozo ha denunciado ante el juzgado el peligro que representa, después de que haya tratado sin éxito que el Ayuntamiento de Mutxamel reparara los daños que asegura ha sufrido por las obras realizadas hace más de un año por la corporación, para conectar la zona de Río Park a la red de saneamiento con un nuevo colector.
Su dueño, Ismael Carbonell, alerta del riesgo de que se produzca una tragedia como la de Julen, el niño de Totalán que cayó a un pozo mal tapado. Y es que, según relata, las obras del colector han destrozado la tapa de seguridad que sirve para acceder a este pozo, que comunica con una galería subterránea del molino y que servía para entrar en la misma para limpiar y reparar la infraestructura.
Esta rotura asegura que se produjo en junio de 2017, y pese a los reiterados escritos que ha presentado por esta cuestión y otras relativas a la afección del proyecto ante el Ayuntamiento y la Generalitat, no se ha procedido a reparar los desperfectos pese al riesgo que supone, y al ser obligación de la empresa que realizó la obra el arreglar posibles destrozos causados durante los trabajos. Por ello, el pasado mes de enero remitió una queja ante el Síndic de Greuges por el peligro del pozo, así como presentó ante el juzgado una denuncia por estos hechos y otras supuestas irregularidades en la ejecución del proyecto.
Carbonell advierte de que «la maquinaria pesada que emplearon para el colector, para abrir una zanja en su propiedad para enterrar la conducción, rompió la puerta de acceso al pozo, situada a un metro de la tubería, por donde puede caer un niño o algún animal, o incluso un adulto si acaba de ceder la puerta. He advertido de esta situación en reiteradas ocasiones sin resultado alguno».
Zona muy transitada
Y se trata de una zona muy transitada por los amantes de la naturales y el valioso patrimonio hidráulico del municipio, ya que a escasos metros pasa el sendero local SL-CV153 entre el Assut de Mutxamel y Lloma Ramos. Una ruta en cuyo folleto figura destacado el Molí Nou como uno de los hitos de la zona, aunque su estado de conservación es lamentable y hay advertencias en la zona del peligro de acercarse al inmueble, pero no al pozo, que carece de señalización ni protección alguna.
Del mismo modo Carbonell también ha denunciado ante el juzgado que el proyecto del colector se modificó en lo referente a la afección a su parcela, ya que inicialmente se le comunicó que iría por el margen derecho del río y después se cambió sin seguir los cauces pertinentes, llevándolo por el margen izquierdo, y pasando a escasos metros del molino y causando daños tanto en la galería que forma parte de la infraestructura del inmueble como en el citado pozo. Y aunque le compensaron abonándole una cantidad superior a la acordada por la mayor afección a sus tierras, denuncia que la obra no se hizo conforme a lo aprobado por lo que exige que se retire el colector y se devuelva a su trazado original.
El alcalde asegura que la responsabilidad es del propietario
El alcalde Sebastián Cañadas (PP) afirmó este jueves que la responsabilidad de lo que ocurra en la parcela donde está el pozo es exclusivamente de su dueño, asegurando que, tras las obras del colector, se abonó al propietario el dinero correspondiente a las afecciones, y recordó que, como ocurre siempre que hay una obra pública, se repararon los posibles desperfectos que se hubieran podido producir.
El primer edil recordó que el Molí Nou está catalogado pero carece de protección, y lamentó que ha sido su dueño el que ha permitido que el inmueble se encuentre en ruinas y se haya echado a perder.
