Estos descubrimientos son los restos arqueológicos más antiguos localizados en Sant Joan d'Alacant y, desde el punto de vista histórico, es un hallazgo importantísimo, porque aunque no se puede determinar la presencia de un núcleo de población en Sant Joan, el arqueólogo que ha elaborado el informe sí asegura que «este territorio, que formaría parte del 'agger' de Lucentum y que siempre ha sido una huerta muy fértil, fue habitada desde el S. IV a. C. en adelante, aunque fuese en forma de villas y propiedades más o menos dispersas». Además, esto se apoya en otros hallazgos como el yacimiento ibero-romano que apareció en las obras del concesionario que se encuentra junto a la finca de Mató, unas monedas de entre los S. I al IV d.C. que aparecieron por el efecto del arado en la tierra o las inscripciones romanas que se recogen en el libro «Resumen Histórico de la Villa de San Juan de Alicante», escrito por Manuel Sánchez Buades.