San Vicente del Raspeig da el primer paso del diseño del desarrollo urbano para los próximos 20 años. El equipo de gobierno tripartito ha consensuado el documento base del futuro Plan General Estructural que se va a enviar a la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio. Los grupos han incorporado cambios como el aumento de los equipamientos educativos entre los que destaca un edificio que albergue la Escuela Oficial de Idiomas y un instituto en Montoyos. Otra de las novedades es el ajuste del sector «Urbanos» con el que pretenden que no existan huecos y zonas despobladas en la trama urbana; mejoras en la infraestructura verde, así como la protección total del paraje Lloma Redona que pasa de ser suelo urbano a formar parte del suelo no urbanizable de especial protección. La clasificación de suelo urbano actual se mantiene excepto en esta zona del norte del municipio, junto a Villamontes. La razón, «su gran valor paisajístico», según indica la concejala de Urbanismo, Mariló Jordá, quien destaca que «se trata de un hito muy apreciado por la ciudadanía que se debe preservar».

La propuesta ha incorporado las necesidades expuestas por los vecinos que han hecho aportaciones y además de la EOI incluye la ampliación del Centro de Formación para Adultos que acoge a 400 personas actualmente. Siguiendo las peticiones hechas al Plan Edifican se incluye un nuevo instituto en Montoyos y la consolidación del Colegio Victoria Kent como centro de Infantil y Primaria.

La concejala de Urbanismo destaca que «la propuesta persigue promover un desarrollo sostenible mediante la clasificación de los suelos estrictamente necesarios para satisfacer las demandas residenciales y productivas del municipio en los próximos años». El planeamiento prevé 8.263 nuevas casas. San Vicente contará con 34.781 viviendas, que servirán para abastecer una población potencial de 86.953 habitantes.

Ciudad universitaria

«El nuevo Plan General propone un modelo de crecimiento compacto que remate la ciudad existente, la vertebre con su entorno inmediato y la dote de un carácter basado en las sinergias que la Universidad proporciona», advierte. San Vicente pretende ser sinónimo de ciudad universitaria, lo que significa promover un crecimiento vinculado a los usos productivos derivados de la innovación y de la investigación, con un modelo residencial que acompañe a este modelo de ciudad, «desligado del modelo disperso y muy relacionado con la ciudad diversa y polifuncional, compacta y eficiente».

Para lograr esos objetivos el documento contempla seis líneas estratégicas: creación del Parque de la Innovación junto a la Universidad y su Parque Científico, ampliación del polígono de la actividad productiva, integración de la Universidad en la ciudad, redefinición de los sectores residenciales con criterios de sostenibilidad urbana, creación de cinturones verdes y rotacionales y mejora de la sostenibilidad urbana y medioambiental del diseminado.

El documento además contempla eliminar el cinturón verde propuesto en la Ronda Oeste en el ámbito de la vía férrea. Se propone que este elemento de amortiguación se configure a lo largo de la A-77A para tener un carácter más urbano. Y se refuerza la conexión ambiental con Xixona y Mutxamel con recorridos verdes apoyados en caminos tradicionales.