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Mutxamel

El Consell congela todas las obras del plan Edificant previstas en Mutxamel

El Ayuntamiento acusa a Educación de bloquear las inversiones anunciadas en tres centros y no ceder las competencias para construir un cuarto colegio que reduzca una ratio muy elevada

Instalaciones del colegio Manuel Antón, en cuyas cubiertas sigue habiendo placas de amianto. j.m. caturla

Delegaciones de competencias sin tramitar y peticiones de obras por responder. Mutxamel tiene bloqueados todos sus proyectos de inversiones en centros educativos dentro del plan Edificant. Desde junio de 2018, cuando todos los grupos municipales solicitaron en un pleno a la Conselleria de Educación la delegación de competencias para gestionar los proyectos comprometidos, no se ha producido ningún avance en este procedimiento. A diferencia de otras poblaciones, donde ya están adjudicados proyectos de obra, en Mutxamel se considera que están «a la cola» cuando «nosotros hemos hecho nuestra parte y es la Conselleria la que sigue maltratando a Mutxamel y creando agravios comparativos sin pudor», asegura el concejal de Educación, Rafael García Berenguer.

Este parón en un proceso que, de momento, es meramente administrativo, afecta a los tres colegios de Infantil y Primaria de la localidad: el Manuel Antón, el Arbre Blanc y El Salvador, cada uno con obras solicitadas para cubrir «necesidades histórica». Y de manera especial, condiciona la puesta en marcha del cuarto colegio de Mutxamel, un nuevo centro educativo para atender el crecimiento de la zona residencial de La Almajada y Las Paulinas, aprobado por la Conselleria en marzo de 2018. El Ayuntamiento ya ha cedido el terreno, una parcela con casi 11.000 metros cuadrados que ha sido aceptada por la Conselleria. Sin embargo, todavía no se ha tramitado la delegación de competencias para que el Ayuntamiento saque a concurso la adjudicación, tanto del proyecto como de ejecución de obra.

La función de este cuarto colegio, que en un principio debe tener tan solo una línea, es asumir el exceso de la ratio media que sufren los centros educativos del municipio. Hace un año, la ratio en Primaria se situaba en 33 alumnos por aula (muy por encima de los 25 alumnos recomendados), mientras que la de Infantil era de 22 niños. Pero el problema va a más, con constantes matrículas sobrevenidas una vez iniciado el curso, que obligan a escolarizar a menores que llegan al pueblo.

Esta matriculación extraordinaria ha experimentado muchos cambios. En el curso 20114/15 fueron 76 alumnos y en el curso 2015/16, bajó a 56 alumnos. Para el curso 2016/17 se quedó en 24 niños, 40 menos que los 64 alumnos que se matricularon al comenzar el curso 2017-18. «Y este curso 2018/19 va disparado - asegura el edil García-, puesto que ya se llevan 41 matrículas extra».

La luz del Manuel Antón

Al margen del anunciado cuatro colegio, el problema más acuciante lo sufre el CEIP Manuel Antón. Hace meses, la Conselleria dio luz verde a una reforma integral del centro, el más antiguo del municipio, con un sistema de pluviales obsoleto y aularios con humedades, donde además se incluye la construcción de un gimnasio y la sustitución de las placas de fibrocemento que cubren parte de los aularios. Y de manera acuciante, urge la renovación total de las instalaciones eléctricas. Desde mayo de 2017, debido a una tromba de agua, parte del colegio dispone de luz en precario, y de hecho, una parte del fluido eléctrico se obtiene del otro colegio situado al lado, el CEIP El Salvador.

Sin embargo, como afirma el edil de Educación, «hemos hecho todo lo que nos piden y hemos solicitado a Conselleria que tramite una actuación de urgencia para este tema. Pero no nos dan una solución hasta el año 2020». Desde la dirección del colegio Manuel Antón ayer no quisieron hacer declaraciones, pero una madre del centro, María, mostraba «la preocupación por el bienestar de nuestros hijos por no tener unas buenas infraestructuras y por las planchas de fibrocemento». Mientras tanto, como la Conselleria no ha cedido la delegación de competencias -un trámite necesario en todas las inversiones del plan Edificant-, el Ayuntamiento no puede licitar la redacción de ningún proyecto.

Respeto al centro colindante, El Salvador -construido en su nueva ubicación en 2005-, su comunidad educativa está a la espera de que se conteste una petición reclamada desde hace tiempo, como es la ampliación del comedor. La directora del CEIP El Salvador, Cristina Matarredona señala los problemas que se tiene a diario en un comedor donde se da de comer a 320 alumnos en dos turnos. «La idea es adecuar un espacio anexo para ampliar el comedor y atender a la vez a todos los usuarios», explica Matarredona. La otra demanda de este colegio consiste en un arreglo de pistas deportivas, que se encuentran, en parte, hundidas.

Un aulario para el Arbre Blanc

En el caso del CEIP Arbre Blanc, su director Óscar Nieves, resaltó ayer la necesidad de disponer de un nuevo aulario de 5 años «para unificar zonas de infantil que están separados, con las complicaciones que eso conlleva». El creamiento del centro, con dos líneas saturadas de alumnos hace que los alumnos de 5 años tengan que dar clase en el edificio de Primaria, por lo que «el objetivo es unificar clases y aseos de niños de 3 a 5 años». Además, la Conselleria ha aceptado construir un gimnasio, una instalación que el Arbre Blanc no ha tenido nunca. Según Óscar Nieves, se trata de una «necesidad real, que parece que va a llegar y nunca llega». Como dato positivo, se ha incorporado al Arbre Blanc un auxiliar para realizar labores administrativas.

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