Un edificio valorado en 900.000 euros, propiedad del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig desde hace casi tres años, que no se utiliza, mientras miles de documentos históricos y oficiales se guardan en dependencias públicas y privadas, con el gasto que ello conlleva para las arcas municipales. El Archivo Municipal de San Vicente sigue cerrado a cal y canto, en perjuicio de las labores de almacenamiento, catalogación y conservación en condiciones mínimas de seguridad de todo ese valioso material.
Esta larga espera ya no depende de la falta de personal. Desde agosto de 2018 el Ayuntamiento dispone de una técnico superior de Administración Especial de Archivos y Bibliotecas. Sin embargo, como asegura el portavoz del grupo popular, Francisco Cerdá, «la técnico superior de Archivos no se encuentra físicamente allí porque el edificio aún no está en funcionamiento», y además «la plaza de auxiliar de Archivos sigue vacante y el trabajador que se incorporó de forma provisional ya ha cumplido los seis meses para los que fue contratado».
Según Cerdá, «es lamentable la dejadez y el desinterés que está mostrando el tripartito a la hora de poner en marcha el Archivo Municipal, a pesar de que recibieron el edificio terminado al inicio de esta legislatura e incluso con las dos plazas para dotarlo de personal creadas, a falta únicamente de convocarlas».
Mientras tanto, el Ayuntamiento «tiene que seguir pagando todos los meses el coste del alquiler de locales en los que actualmente se almacenan los documentos», al igual que existe «material disperso en diferentes dependencias municipales», afirma el PP.
Trámites y deficiencias
Por su parte, la concejala Asun París asegura que «el archivo estaría hace ya algún tiempo abierto si las plazas para dotarlo de personal hubieran estado cubiertas, ya que cuando se recepcionó la obra, nos encontramos un edificio sin personal». La edil socialista explica que «ante las limitaciones de plazas de funcionarios tuvimos que recurrir a la bolsa por la mejora de empleo. En cualquier caso, ha sido este gobierno municipal el que ha sacado la plaza de archivera y el que está trabajando para que el Archivo Municipal abra lo antes posible. Está siendo un proceso largo y complicado y, además, nos encontramos con un edificio nuevo en el que tuvimos que realizar alguna reparación de deficiencias».
Asun París señala que en estos meses se ha procedido a «la limpieza y desinsectación de las instalaciones y, en este momento, se está poniendo la fibra óptica para conectar las instalaciones con los servidores informáticos municipales. Además, ya hemos arrancado el proceso de licitación para la gestión de documentos del archivo y otro contrato para la desinsectación de los documentos».
En todo caso, la edil reconoció que el Ayuntamiento sigue pagando por guardar miles de documentos en locales de propiedad privada, «los mismos donde están hace años». Además, «aunque lleváramos meses con el archivo puesto en marcha, seguiríamos pagando puesto que el traslado de la documentación tiene que ser poco a poco», añade Asun París.
