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Las placas contadoras de historia de Mutxamel

Los azulejos, escritos en valenciano, recuperan antiguos nombres de enclaves estratégicos

Las placas contadoras de historia de Mutxamel

La historia se puede transmitir de muchas formas, incluso en las placas rotuladas con el nombre de las calles de un pueblo. En Mutxamel están llevando a cabo una iniciativa que pretende mostrar los orígenes de topónimos que, durante décadas, dieron sentido a la organización urbana de esa localidad. Por medio de unas placas de cerámica, con la leyenda escrita en valenciano, los residentes en Mutxamel pueden saber que por donde ahora caminan, tiempo atrás, se abría paso la «Carretera» que llegaba a la capital, el «Fossar» donde enterraban a los difuntos en el entorno de la iglesia o la «Carnisseria» donde pasturaban los ganados.

La iniciativa de la Concejalía de Cultura ya ha permitido colocar un par de placas en dos calles muy céntricas de la localidad, y de forma progresiva se seguirán colocando hasta una decena de azulejos cerámicos a lo largo del casco urbano para que se conozca mejor el municipio de Mutxamel. La placa explicativa de la calle «Carnisseria» ha sido la primera de las diez que se colocarán, un rótulo con el nombre tradicional de la actual Carrer del Salvador.

La explicación se encuentra en que por esa antigua senda terminaba el Camí Reial de Alicante a Mutxamel, que llegaba desde «las lomas del Garbinet». A la llegada de Mutxamel se ubican tres espacios muy importantes para la localidad: el cementerio municipal, el matadero público -ambos desaparecidos en la actualidad- , y el ermitorio de Sant Antoni Abat, una calle donde vivían pastores y por donde pasaban los rebaños cuando los llevaban a pastar. Hoy en día, esta calle «Carnisseria», convertida en Carrer del Salvador, acaba en un tramo de la antigua carretera N-340, que unos metros más adelante se denomina «Carrer Felipe Antón», denominación que en 1908 se dio a la vía que unía Alicante y Xixona, en honor del que fuera alcalde de Mutxamel entre 1883 y 1906. Otra esquina donde ya luce su placa para el recuerdo.

En opinión del concejal de Cultura y Educación, Rafael García Berenguer, «dentro de nuestro compromiso con la Ciudad Educadora, el Ayuntamiento de Mutxamel saca la historia en la calle y muestra el porqué de los topónimos que dan nombre a calles actuales o los nombres que le ha dado la tradición junto a la denominación oficial que tienen ahora».

Entradas y salidas

En las explicaciones que acompañan a las placas se dan a conocer los itinerarios que seguían las calles, las actividades que se hacían en ese lugar o el motivo de la apertura del vial. En la «Plaça de Sant Roc» se hacía el mercado y, los días de fiesta, se instalaban puestos de dulces. La calle de Francisco Martínez Orts aparece vinculada a la gran transformación que representa la urbanización de la Rambla, a finales de los años veinte del siglo pasado. El «Carrer Sol» es el apodo que los mutxameleros le han dado al Carrer Sant Josep. O las calles San Isidro y San Antonio, que era por donde se salía del pueblo, recibían el nombre de «Cadavall».

Todas las placas han salido de Mora Taller de Cerámica y el presupuesto de toda esta actuación alcanza unos 1.000 euros, cantidad que ha contado con la ayuda de la subvención de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte para la realización de actividades y actuaciones de promoción del valenciano.

De este modo, el objetivo del Ayuntamiento es doble, ya que «al mismo tiempo pone en valor el valenciano, la lengua que se hablaba en ese espacio y que ahora se mantiene como fuente para conocer nuestra historia».

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