La fragmentación del PSOE quedó ayer al descubierto. El alcalde de San Vicente del Raspeig, Jesús Villar, se ha quedado un poco más solo tras el anuncio del concejal José Luis Lorenzo de renunciar a la portavocía del Grupo Municipal Socialista. A escasos cuatro meses de las elecciones, el movimiento del actual concejal de Recursos Humanos, Contratación y Deportes ha dejado descolocado al primer edil, candidato socialista a la reelección como alcalde y secretario de la agrupación local.

De hecho, Lorenzo ha hecho efectiva su renuncia el mismo día que la presentaba por lo que hoy ya no ejercerá de portavoz en el pleno. En su puesto ejercerá María Isabel Martínez que es la portavoz adjunta. El primer edil ya adelanta que la elección de la persona que ocupará su lugar se tomará en la próxima reunión del grupo municipal socialista, compuesto por cuatro concejales además del alcalde.

El alcalde al que ya abandonó su anterior mano derecha y portavoz municipal, Manuel Martínez, ha perdido recientemente a otra de sus personas de confianza, su jefa de gabinete, Paz Castelló, que se encuentra de baja laboral, y que ha dimitido de su cargo de secretaria de Comunicación de la agrupación y se ha dado de baja del PSOE al que se afilió hace apenas un año.

José Luis Lorenzo emitió ayer un comunicado para explicar el motivo de la renuncia a la portavocía del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento. Lo hace«tras asumir la gran responsabilidad de coordinar el Comité Electoral del Partido Socialista de San Vicente del Raspeig», exponía en un comunicado, en el que añadía: «En estos momentos no es operativo acumular cargos».

Aunque fue la comidilla municipal, no a todo el mundo cogió ayer por sorpresa la decisión del concejal de que abandonaba la portavocía socialista. Lorenzo había comunicado días atrás su decisión a compañeros del equipo de gobierno tripartito y también al alcalde.

Segundo este mandato

José Luis Lorenzo ocupó el puesto de portavoz municipal socialista en 2017 tras la dimisión del anterior portavoz, quien abandonó sus áreas y dejó su acta de concejal para volver a ocupar su puesto de funcionario; Lorenzo asumió entonces tanto la portavocía como el área de Recursos Humanos y se convirtió en el hombre fuerte del grupo municipal.

El ya exportavoz socialista prefería ayer no hacer segundas lecturas por su decisión. Aunque dio pie a ello y en la oposición se preguntaban los motivos que le han llevado a tomar esta decisión con las elecciones tan cerca.

«Siempre he estado a disposición de mi partido en los momentos en los que se requería un paso al frente. Por ello, asumí la portavocía en 2017 y la concejalía de Recursos Humanos, además de seguir gestionando las áreas de Deportes y Contratación, las cuales ya ostentaba. Nunca me he escondido a la hora de asumir la responsabilidad, y creo sinceramente que he cumplido dignamente con el papel que se le exige a un concejal socialista», aseguraba.

Lorenzo destaca que la de portavoz ha sido «una etapa difícil» y enriquecedora «donde he podido vivir en primera persona las difíciles negociaciones para sacar adelante los presupuestos municipales de 2018 y 2019, estando el gobierno municipal en minoría».

Finalizaba elogiando al alcalde «que con determinación, honestidad y gestión, coordina un equipo humano y técnico que siempre está al servicio de nuestros vecinos».

Un partido fragmentado

Fuentes socialistas advierten de que el movimiento de Lorenzo es una evidencia de la fragmentación de la agrupación socialista local y señalan que en las luchas por las cuotas de poder, este es el aviso al candidato a la alcaldía de que está en minoría. La agrupación municipal socialista cuenta con un censo en torno a los 170 afiliados, y la lectura que hacen es que con esta escenificación Lorenzo tratará de presionar e imponer en los primeros puestos de la lista electoral a personas afines a su persona y al exconcejal José Gadea.