La cuarta campaña de control de gatos callejeros, impulsada por la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Xixona, ha permitido esterilizar a un total de 30 felinos -13 machos y 17 hembras-. Además, el Consistorio ha instalado comederos y bebederos para gatos con el fin de evitar focos de insalubridad a causa de la alimentación incontrolada

La concejalía ha concluido la cuarta campaña de esterilización y desparasitación de gatos silvestres con un total de 30 felinos capturados, intervenidos y liberados nuevamente. El objetivo de esta iniciativa, que se puso en marcha por primera vez en 2015, es el control de la colonia de gatos callejeros, evitando enfermedades y su reproducción descontrolada.

Cristian Sirvent, edil de Sanidad, ha explicado que la campaña "ha sido posible gracias a la colaboración voluntaria de la ciudadanía y la inestimable ayuda de 7i7 Asociación Protectora de Animales de Xixona, que se ha encargado de realizar las labores de captura y liberación de los gatos". Los tratamientos e intervenciones se han realizado en la clínica veterinaria local y han afectado a 13 machos y 17 hembras, que ya han sido dados de alta y liberados de nuevo.

Sirvent ha anunciado que "igual que en años anteriores, al final de este invierno, antes de la época de cría, dará inicio una nueva campaña sufragada conjuntamente por la Diputación de Alicante y el Ayuntamiento de Xixona, en colaboración con el Colegio de Veterinarios de Alicante".

Esta medida se suma a la construcción de ocho comederos y bebederos para gatos callejeros, que el Ayuntamiento ha realizado a través de la brigada municipal de obras, alrededor del casco urbano -alejados de las viviendas-, en caminos y zonas de paseo, como parques o márgenes del río Coscó. Así, se han construido dos en el barrio del Almarx, otros dos en el de Sagrada Familia y Segorb, uno en el casco antiguo y tres más en la zona centro.

El concejal de Sanidad ha incidido en que "estos son los únicos lugares donde está permitido dar de comer y de beber a los animales en el exterior, y hacerlo fuera de estas zonas puede ser castigado con sanciones de hasta 60 euros". Sirvent ha defendido estos comederos como "respuesta a las numerosas quejas vecinales recibidas por los fuertes olores que provocan los restos de comida en lugares no autorizados y los excrementos de los gatos en maceteros, así como por la continua aparición de plagas de roedores e insectos en esos mismos sitios". El concejal ha insistido en que la solución a este problema pasa por concienciar a la ciudadanía. "Es una cuestión de salubridad y civismo", ha dicho.