En precario. Así es como queda el servicio de atención a víctimas de violencia de género en San Vicente del Raspeig, que ha perdido uno de los tres agentes de la Policía Local que lo atendían. El Ayuntamiento sigue insistiendo que no hay posibilidad de mejorar esta unidad porque ahora mismo la situación es preocupante por la falta alarmante de agentes que puedan patrullar por las calles, 76 de una plantilla de 86 mermada por bajas, jubilaciones y agentes de otros municipios que están siendo reclamados.
Esto incide en la calidad del servicio que se ofrece a las mujeres que sufren esta violencia. A diario los agentes se comunican por mensajería con ellas, las escuchan y las acompañan a los juzgados cuando tienen que declarar y velan por su seguridad cuando hay riesgo de agresión.
La propia concejala de Seguridad, María Isabel Martínez, lamenta la situación y reconoce que la falta de efectivos provoca un efecto cascada que perjudica a servicios esenciales como Viogén por el que el Ayuntamiento había apostado.
62 víctimas y 55 en prevención
Actualmente el servicio tiene 65 casos abiertos y 62 víctimas (algunas tienen más de un agresor) que desde el grado más bajo hasta el más elevado están en riesgo de sufrir algún ataque machista y requieren de un seguimiento de esta unidad específica. A su vez, ha advertido riesgo y tiene en «prevención» a otras 55 personas. Y a ello se suma que los agentes y el inspector no se dedican exclusivamente al servicio, además, tienen otros cometidos, en el caso del responsable lo es también del área de sanciones, lo que requiere compartimentar el tiempo para atender ambos.
Tras salir a la luz el recorte en Viogén muchas víctimas se han puesto en contacto con la unidad para conocer de qué forma les va a afectar y quién será su interlocutor. Los agentes que quedan han tenido que repartirse a las víctimas que llevaba la agente que ya no está en el servicio. Algo que a las mujeres les produce inseguridad. La persona que atiende a cada víctima es muy importante y se procura que el interlocutor siempre sea el mismo para crear el necesario clima de confianza
La concejala de Bienestar Social, Begoña Monllor, mostró su sorpresa y desagrado a esta reducción en el servicio y anunciaba el lunes su intención de contar con otros cuerpos de seguridad para evitar que Viogén se vea afectado. Apuntaba directamente a la Guardia Civil. Eso es algo que en la práctica no es la solución más adecuada pensando en las víctimas», reconocen desde la unidad. «Da a entender que no se conoce el servicio, los protocolos de coordinación policial y el día a día», declara el responsable, Ximo Calpena. El inspector explica que la atención a las víctimas está sujeto a un protocolo de colaboración y coordinación entre la Guardia Civil del puesto principal de San Vicente, el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local de San Vicente para la protección de víctimas de violencia de género. Y es en la mesa de coordinación policial en la que están representados los tres cuerpos donde se tratará, entre otras cosas, la reducción del personal en Viogén.
Calpena señala que con coordinación de los recursos municipales, dotando al servicio de psicólogo y trabajador social dedicado exclusivamente al servicio podría dar una respuesta a una situación que reconocen ahora es hacer encaje de bolillos. Se colabora con las psicólogas y trabajadoras sociales y tenerlas en el servicio daría una respuesta adecuada y necesaria a las demandas.
Actualmente en San Vicente hay 120 víctimas de violencia de género en seguimiento, atención y protección por los tres cuerpos.
