Xixona abre la vía de las adjudicaciones directas para poder volver a poner en marcha los tres restaurantes municipales ante la falta de interés. El Ayuntamiento ha iniciado contactos para acudir a negociados sin publicidad tras quedar desiertos en el último año los concursos para licitar la gestión del hotel restaurante Pou de la Neu de La Carrasqueta y de los bares del parque Barranc de la Font y Polideportivo.

La alcaldesa Isabel López reconoció ayer que estas tres instalaciones se mantengan actualmente cerradas es «una desilusión muy grande», y señaló que la Ley de Contratos del Sector Público, que entró en vigor a principios de 2018, ha endurecido mucho los requisitos para poder optar a las concesiones, lo que hace que muchos interesados no acudan e incluso algunos que optan no cumplan los requisitos. La Ley obliga a tener al menos tres años de experiencia en el sector así como formación en el mismo.

Por ello el Consistorio está en conversaciones con posibles interesados para tratar de invitar a varios empresarios -al menos tiene que invitar formalmente a tres- a negociados sin publicidad para tratar de licitar las instalaciones, que se tienen que seguir ajustando a los respectivos pliegos de condiciones de los concursos que han fracasado.

Los procesos para adjudicar la explotación de tres bares han quedado a lo largo de 2018 desiertos, y están cerrados pese a estar emplazados en enclaves naturales privilegiados, como son el parque municipal, la pinada del Polideportivo o la cima de La Carrasqueta.

El último en sumarse a esta lista ha sido El Barranquet, al renunciar la única persona que había optado a la concesión, y que era la que lo ha estado llevado en los últimos años. Tras la Navidad ha quedado clausurado.

De esta forma se une al bar del Polideportivo, que se clausuró en diciembre de 2017 y cuyo concurso también se declaró desierto el pasado verano al no reunir la persona que se presentó al proceso los requisitos establecidos, y al Pou de la Neu, cerrado desde finales de 2015 y que también se declaró desierto el pasado verano por numerosas deficiencias en la documentación presentada por el único empresario que se presentó cuando ya se estaba formalizando el contrato.

López destacó que «en las adjudicaciones siempre hemos primado el volver a poner en servicio el bar y fomentar el empleo, y por eso hemos optado por unos cánones muy bajos tras encargar estudios económicos a la UA. Los cánones están incluso por debajo del precio de alquiler de locales» y recordó que «incluso Compromís decía que estábamos regalando el Pou de la Neu y reclamaba un canon mayor».