Xixona

El juzgado archiva el recurso y da vía libre al derribo de la Casa Geralda

La jueza rechaza la comisión de un delito sobre el patrimonio y otro de prevaricación administrativa denunciados por una asociación cultural de València por el proyecto para demoler la mansión señorial

Imagen de la parte trasera de la Casa Geralda desde el colegio Sagrada Familia, con la montaña de Santa Bárbara al fondo. j. a. rico

La juez da vía libre a la demolición de la Casa Geralda para levantar dos pistas de pádel. La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de San Vicente ha ordenado el sobreseimiento y archivo de las actuaciones iniciadas a raíz de la denuncia de una asociación cultural de València, que alertaba de la comisión de un delito sobre el patrimonio y otro de prevaricación administrativa por el proyecto que prevé derribar esta mansión señorial del siglo XIX.

La magistrada no aprecia delito alguno en la actuación del Consistorio, que había paralizado voluntariamente la licitación de la demolición por precaución, y que tras esta decisión judicial la ha reactivado y está ya a falta de la firma.

De esta forma, el juzgado se suma a los dictámenes emitidos anteriormente por el Ayuntamiento, el Síndic de Greuges y la Conselleria de Cultura, que daban vía libre al derribo por su estado de ruina, por no estar protegido -sería potestad en todo caso municipal- y tener un valor limitado.

El archivo de las diligencias por esta denuncia, que se presentó hace año, está fechado el 13 de diciembre y sigue la línea mantenida por la Fiscalía Provincial, que un mes antes informó a la juez que «estima que los hechos carecen de trascendencia penal», por lo que proponía el sobreseimiento y archivo.

El fiscal llega a esta conclusión tras instruir «el expediente administrativo y actuaciones tramitadas» en relación con la Casa Geralda, y «visto lo resuelto por la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana y por el Síndic de Greuges».

Señala que «teniendo en cuenta que, sin perjuicio de que el Ayuntamiento de Xixona aún no haya elaborado el Catálogo Municipal de Bienes y Espacios Protegidos» (...), y atendidos los informes periciales de los arquitectos contratados para evacuar la contestación al requerimiento del Síndic de Greuges, el inmueble no ha sido objeto de ningún tipo de catalogación que le otorgue una protección singular, que la misma es competencia municipal, que desde la Generalitat no se han contemplado motivos para suplir la falta de iniciativa municipal, que objetivamente los valores arquitectónicos del inmueble son limitados y no justificarían la catalogación, y que su descontextualización y estado de conservación no hacen viable su preservación, unido a la publicidad en la tramitación del expediente seguido para la contratación del proyecto de obra de construcción de las pistas deportivas de pádel y derribo del inmueble», no estima que los hechos tengan una trascendencia penal e insta a su archivo.

De esta forma, parece que se da carpetazo a este tema tras las denuncias del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, radicada en València, ante el Síndic, la Conselleria y los juzgados, que se apoyaba en un estudio de la Universitat de València (UV) que destaca que «el edificio reúne una serie de valores que lo hacen merecedor de un grado de protección en todo su conjunto que evite su demolición prevista».

Una polémica que arrancó tras publicar este medio en febrero de 2017 que el Consistorio sacaba a licitación su derribo y construcción de dos pistas de pádel por 260.000 euros.

Dos años de paralización

Dos años después, se desbloquea esta obra, que viene a complementar la oferta deportiva de Xixona y que se va a desarrollar entre el polideportivo y el campo de fútbol, zona donde también se va a levantar el pabellón cubierto, cuyas obras están valoradas en cuatro millones y están el proceso de adjudicación. Dos obras que no es descartable que se desarrollen al mismo tiempo, y que está previsto arranquen este mismo año.

La alcaldesa Isabel López (PSOE) explicó que tras este archivo se ha reactivado la licitación, paralizada por la propia corporación cuando estaba casi terminada hasta que se resolviera el tema judicial. Por ello ya se ha retomado la adjudicación, contratándose ya la dirección de obra y solo falta la firma de la adjudicación para iniciar la demolición.

Luz verde de Cultura

La Conselleria de Cultura ya dio en diciembre de 2017 luz verde a su derribo, ya que dejaba la decisión en manos del Ayuntamiento. Cultura consideraba que la Casa Geralda podría gozar de protección, pero admitía que su valor es limitado al no conservarse su medio rural original y presentar un avanzado estado de deterioro. Y afirmaba que es potestad del Ayuntamiento su posible protección.

Lo que sí lamentaba la Conselleria que el municipio aún no tuviera un Catálogo de Protecciones donde se recojan los inmuebles relevantes para garantizar su conservación, por lo que apremiaba al Ayuntamiento para que lo redactara, algo en que lo que desde el Consistorio afirman que trabajan desde 2016 y en breve se va a constituir una comisión para sacar a concurso su redacción.

Según el estudio de la Conselleria, «la Casa Geralda corresponde a la tipología de arquitectura rural de carácter señorial de mediados del siglo XIX. La edificación estuvo enclavada originariamente en una finca agrícola, sin embargo, hoy en día dicho entorno ha sido urbanizado, encontrándose el edificio en suelo urbano, calificado como equipamiento deportivo». Y Cultura admitía que el estado de conservación de la mansión es malo, con derrumbes y carpintería inservibles.

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