Primero fue un alegato contra el acoso escolar interpretado por tres estudiantes y ahora es una obra de integración entre payos y gitanos, basada en un clásico de William Shakespeare, donde se verá el desenlace de meses de trabajo en el barrio del Ravalet. La compañía Cinétika estrena esta tarde en Mutxamel «Romeo y Julieta en el Ravalet», un homenaje al dramaturgo inglés, convertido en un musical flamenco e interpretado por un grupo de 18 actores, cantantes y bailarines sin experiencia sobre los escenarios.

Por si fuera poco, el debut (20.00 horas) es ante las 580 butacas del auditorio de la Casa de Cultura de Mutxamel, donde se espera una buena asistencia de público (la entrada es gratuita), la mayoría familiares y amigos que acudirán a disfrutar con las andanzas de estos peculiares Capuletos y Montescos, apellidos enfrentados por el dolor y unidos por el amor.

El director de este «musical flamenco inédito en el mundo teatral» es Marco Gosálvez, que también es el responsable de «Stop al bullying», una obra que recorrió la provincia y se llegó a estrenar en Barcelona. Este «colofón a muchos meses de trabajo» es el resultado del taller de teatro para desarrollar habilidades sociales impartido por Cinétika en el Ravalet, con el apoyo del Ayuntamiento.

Los Montescos son floristas, los Capuletos, fruteros. Los dos familias trabajan en el mercadillo, donde el negocio los tiene enfrentados. Y entre flores y frutas se enamoran una paya, Julieta Capuleto, y un gitano, Romeo Montesco, que además es policía. Para Irene Soler, que interpreta a Julieta, esta obra se trata de «un reto y es muy importante para mí porque estoy desempleada y esto me ha servido como motivación. Y por ser la protagonista todavía más, por no haber subido nunca a un escenario». Del mismo modo se expresa Guillermo Muñoz, un Romeo que se siente «feliz y orgulloso de pertenecer a este grupo. Esta actuación se la voy a dedicar a todos los que creen en mi».

Todo un reto para un elenco de artistas donde hay una actriz de 79 años, Bárbara Terrón, y una cantante de 16, Seleni Barruls. Hoy se volverá a oír en Mutxamel aquella frase de «más vale morir por su odio que prolongar la muerte sin tu amor».