Un oficial de la Policía Local de Sant Joan d'Alacant se recupera estos días las heridas producidas por las mordeduras de un perro peligroso, de raza American Staffordshire, que estaba en el parque canino de esta localidad. Una llamada de otro usuario de esta zona verde, acotada para mascotas, alertando de la presencia de un perro potencialmente peligroso suelto y sin bozal, hizo que una patrulla se desplazara hasta allí. Al no disponer de un «taser» eléctrico, una pistola que permite aturdir personas y animales, el oficial salió mal parado hasta que la propietaria del perro pudo controlar a su can, y evitar tener que sacrificar al animal si el incidente hubiera ido a más.

El perro hundió sus colmillos en el antebrazo izquierdo, donde dejó una marca evidente, y causó una raspadura sangrante en la nalga derecha del oficial, al que destrozó los pantalones. El suceso generó una denuncia al dueño y que se abrieran diligencias para reclamación de daños al afectado. Además se avisó a la protectora para un seguimiento del animal.

Este nuevo episodio en torno a la Policía Local de Sant Joan ha hecho que el sindicato SPPLB denuncie que los agentes no dispongan de «tasers», un utensilio que no es obligatorio pero que cada vez está más extendido para reducir a gente muy alterada por consumo de drogas o controlar a animales violentos. En reuniones del Comité de Calidad de la Policía Local, los sindicatos han reclamado este artilugio, que también han incluido en el nuevo protocolo de horarios presentado al edil de Policía, Manel Giner. «Pero este concejal no nos ha dirigido la palabra desde el 20 de diciembre».