Más proyectos en papel que obras en la calle. El Ayuntamiento de Sant Joan d'Alacant está tramitando el tercer plan de movilidad y accesibilidad en siete años, completos memorándums donde ha invertido más de 111.000 euros que no se han visto traducidos en acciones concretas plasmadas en edificios, vías, plazas y parques del municipio.
Con el anuncio hace unas semanas de que los Fondos Feder cofinanciarán el 50% de la redacción de un nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible, presupuestado con 54.208 euros, ya son tres los planes similares que se han presentado desde 2011. Los tres lanzados por gobiernos que lideraba el PSOE.
El primero se presentó poco antes de las elecciones municipales de 2011, cuando un convenio de colaboración con la Agencia Valenciana de la Energía (AVEN), que subvencionaba con 33.051 euros la redacción de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) permitió realizar «un estudio integral de la movilidad municipal, incluyendo medidas y estrategias para promover un cambio modal hacia medios de transporte menos consumidores de energía contaminante».
Este plan, al cambiar el gobierno municipal y pasar a manos del PP, se quedó reducido a la realización de unos talleres sobre transporte público y vehículo privado que se pusieron en marcha en octubre de 2011. Y ahí quedó aparcado el borrador, guardado en algún cajón todo ese mandato, con Manuel Aracil de alcalde, y desde 2015, durante casi tres años con Jaime Albero de primer edil. Con las competencias de movilidad y servicios públicos divididas entre Compromís y el PSOE, no se avanzó en materia de accesibilidad salvo alguna acción puntual, pero a partir de la salida de Compromís del cuatripartito, el PSOE ha incidido más en el tema, al menos en la parte «teórica». De hecho, en ocho meses ha dado a conocer dos proyectos orientados al mismo objetivo. En marzo de 2018 se presentó una «auditoría de barreras tanto físicas como cognitivas y sensoriales» realizada durante meses, repasando las 240 calles del pueblo y pensando en «la cantidad de usuarios con capacidades especiales que residen en el municipio o lo visitan para recibir terapias y atención», ya sea en Apsa, Apca, la Fundación Lukas, el Psiquiátrico, el Hospital de Sant Joan, el Centro San Rafael (en Santa Faz) y las residencias para mayores de Madre Elisea, Cap Blau y Ferroviarios. Ese primer estudio costó 34.000 euros, y en él se marcaban tres etapas de actuación por más de 3 millones de euros. Y meses después, se anuncia otro Plan de Movilidad de 54.208 euros, de los que los Fondos Feder cubrirán la mitad.
Mientras, calles muy transitadas en el entorno del hospital y el campus universitario por usuarios de la Fundación Lukas y de Apsa, como la avenida de la Cadena frente al tanatorio de Sant Joan, son caminos impracticables para personas con movilidad reducida. La insistencia de un voluntario de la Fundación Lukas ha permitido que, al menos, corten la maleza que crecía salvaje, impidiendo el paso de sillas de ruedas.
