La velocidad que los vehículos toman en algunas calles es motivo de quejas vecinales. En el caso de la calle Río Tajo con Guadalquivir en la urbanización Sol y Luz de San Vicente del Raspeig, esto ha motivado la instalación de una rotonda, pero su efecto es, para el grupo municipal popular, contrario a lo que se pretendía. Advierten de que es muy grande y ello obliga a los vehículos de grandes dimensiones a hacer maniobras complicadas. Y en una de ellas un vehículo se ha acabado llevando por delante el bolardo de la acera.

En el pleno extraordinario del viernes la concejala de Infraestructuras aseguró que ha sido una recomendación técnica de los servicios de Policía Local y de Infraestructuras la que ha recomendado la instalación de esta ronda, que en principio no estaba prevista, y su objetivo es calmar la velocidad que toman muchos conductores cuando se dirigen al camino del Mahonés y a colegios como el Reyes Católicos.

El grupo municipal del PP ha alertado de los problemas de circulación y seguridad que está provocando la rotonda instalada en el cruce de la calle Río Tajo con Guadalquivir. El concejal popular Víctor López pidió explicaciones a la concejala de Infraestructuras a cuenta de esta rotonda ya que afirma que tiene constancia de «numerosas quejas que esta actuación ocasiona entre residentes de la zona y conductores».

López recriminaba a la concejala «que la instalación de una rotonda de cuatro metros de diámetro en la intersección de estas dos calles tan estrechas dificulta la circulación de vehículos, por ejemplo del autobús urbano, y también de las furgonetas, que no tienen espacio suficiente para cambiar de sentido, lo que les obliga a subirse a las aceras».

López ha afirmado que «buena muestra del problema de tráfico y de seguridad que se ha generado con la construcción de esta rotonda es que algún vehículo ya se ha llevado por delante uno de los bolardos instalados en la acera de este cruce, lo que pone en evidencia las quejas que están expresando los vecinos de la zona».

La concejala de Infraestructuras reconoce que las quejas siempre se producen cuando hay cambios y adelanta que dejará de haberlas cuando se acostumbren a pasar por allí. A la vez que señala que se trata de una «rotonda pisable» que permite a los vehículos subirse en ella para poder hacer giros y maniobras.

El concejal popular por su parte advierte de que la rotonda no está acabando con la alta velocidad de los coches que pasan por allí. «Paran al llegar a la rotonda, pero a continuación se embalan», comentaba gráficamente Víctor López.

El edil a su vez recrimina a la concejala de Infraestructuras que hace un mes cuando preguntó por dicha ronda instalada en la confluencia entre Río Tajo y Guadalquivir «me contestó que era una rotonda provisional por las obras que se estaban haciendo allí, y resulta que la rotonda ahora se ha quedado fija», advierte el concejal.