La polémica entre bajada de impuestos sí o no lleva servida todo el ejercicio. De nuevo, la exigencia del grupo municipal popular en San Vicente del Raspeig para que se rebajen impuestos, ya que el municipio cuenta con superávit presupuestario ha generado la réplica municipal. Los impuestos no se pueden bajar. Y hacerlo es a costa de eliminar servicios básicos.

Es el contundente mensaje que envía el concejal de Hacienda, Alberto Beviá, ante la petición del grupo municipal popular. Beviá critica la petición del grupo municipal popular al considerar que solicitan algo a sabiendas de que no es factible.

«El PP sabe perfectamente que con el superávit no es posible bajar el tipo impositivo del IBI y, a pesar de ello, sigue insistiendo con el mismo mensaje en clave electoral. Según la Ley de Estabilidad Presupuestaria, cualquier medida normativa que suponga una disminución en la recaudación acarrea de forma automática una disminución en el gasto por igual cuantía, y ello, con independencia de que se disponga de más ingresos totales», expone el titular de Hacienda.

Y poniendo un ejemplo, Beviá explica que si se bajase un millón de euros en impuestos «tenemos que bajar un millón en gasto y recortar servicios básicos; eso el PP lo sabe, pero le queda muy bien pedirlo, aunque sea una falacia y un discurso engañoso a los vecinos de San Vicente».

Los populares criticaban que San Vicente es el único municipio de la comarca que no ha bajado el IBI, esta misma semana el pleno de Sant Joan d'Alacant de forma extraordinaria daba luz verde a una rebaja del 10% de este impuesto.

455 euros de media

El concejal de Hacienda advierte de que el recibo medio del impuesto en San Vicente es de 455 euros por inmueble, mientras que, según datos oficiales del Ministerio de Hacienda, la media en Sant Joan d'Alacant es de 720 euros, en Mutxamel 675 euros, en Xixona 683 euros, en Agost de 520 euros y en El Campello de 474 euros.

Beviá recalca que el municipio está por debajo de la media nacional, que es de 513 euros y de la de municipios con una población similar, que se sitúa en 560 euros.

«Creemos que la presión fiscal en San Vicente no es elevada y nosotros estamos manteniendo los servicios públicos sin subir los impuestos y abordando inversiones importantes para el presente y futuro de San Vicente, además de consolidar el acento social de la gestión», advierte el responsable de Hacienda, que sostiene que la intención del Ayuntamiento es mantener los servicios y las inversiones.