Dos cachorros de perro volvieron a nacer el lunes gracias al empeño de los bomberos del Consorcio Provincial. Durante cinco intensas horas, los especialistas en rescates pusieron todo su interés en que los perros pudieran salir de la tubería donde alguien los había arrojado.

En torno a las cinco de la tarde la Central del Parque Provincial de San Vicente recibía una llamada de una pareja que paseaba con su perro por los alrededores del aeródromo de Mutxamel que escuchó ladridos y descubrió a los canes a unos tres metros de profundidad. Los perros estaban dentro de una tubería y acceder a ellos era prácticamente imposible.

Las intervenciones para rescatar animales son habituales para los bomberos, pero esta actuación se complicó más de la cuenta. En el interior del tubo había cuatro perros y cuando los bomberos llegaron lograron atrapar a dos de ellos echando un lazo y recogiéndolos.

«No ha sido fácil»

Pero lo que parecía una tarea fácil al principio se complicó porque los otros dos cachorros ya con más espacio, se escondían en el recodo de la tubería cuando se les intentaba coger. «Esta intervención no ha sido fácil, rescatamos animales que se han caído en pozos o aljibes, pero suelen ser sitios más accesibles», explica el sargento Andrés Torregrosa, que participó en el rescate y que confesaba la profunda satisfacción de haberlos salvado. El bombero asegura que tenía muy claro que «no los íbamos a dejar ahí», ya que por sus propios medios los animales no podrían haber salido nunca.

Los bomberos idearon diferentes formas de capturar a los canes, pero no funcionaban. Incluso trataron de llenar de agua el recodo de la tubería, pero tampoco dio resultado. Barajaron la posibilidad de llenar de espuma el hueco, pero la desecharon para evitar perjudicar a los cachorros.

Otro de los intentos fue captar a los perros con comida como anzuelo, pero los animales cuando veían la cuerda con la que se les iba a atrapar se escondían.

Cabeza abajo

Finalmente, cuando ya las opciones eran muy escasas, decidieron que el bomberos más delgado sería quien les rescataría. Para ello colocaron un trípode para descolgar al bombero quien con arneses y cuerdas se adentró cabeza abajo en el estrecho agujero para poder coger a los perros.

Cristóbal Valls el bombero que logró salvar a los dos cachorros explica que «tras varias horas intentando sacarlos, finalmente hemos realizado una maniobra que era complicada». Y finalmente salieron. Una vez rescatados los alimentaron y los trasladaron hasta el parque en San Vicente donde minutos después llegaban miembros de la Protectora de Animales para llevárselos. «A ver si tienen suerte y los adopta una familia que cuide de ellos», decían.