En medio de rigurosas medidas de seguridad para garantizar la seguridad y salud de trabajadores y transeúntes, operarios de una empresa especializada, contratada por el Ayuntamiento de San Vicente, están retirando y eliminando esta semana los materiales con amianto de la granja abandonada de Los Girasoles. El trabajo encargado por la concejala de Servicios Urbanos, Mariló Jordá, viene a dar por resuelta una petición histórica de los vecinos de esta urbanización, que desde hace décadas sufren las consecuencias del abandono de este inmueble, situado al final de la calle Las Acacias, próxima al centro comercial de Los Girasoles, pasto del vandalismo y en peligro de derrumbe. El Ayuntamiento ha podido llevar a cabo la actuación debido a que el suelo ha pasado recientemente a titularidad municipal.

En el interior de la edificación y en su contorno exterior quedan restos de placas, depósitos, canalones y bajantes de fibrocemento, que contienen amianto y, por tanto, elementos cancerígenos. Por ello, toda la operación se ha realizado «sin menoscabar o poner en riesgo el estado de las edificaciones colindantes».

Además, el Ayuntamiento va a retirar varios ejemplares de choya (Austrocylindropuntia), una especie invasora del sur de Perú, que crece en los bordes de urbanizaciones y en carreteras de forma preocupante, con unas espinas fuertes que pueden clavarse en personas y en animales.