El tripartito dio ayer todos los parabienes al proyecto que ha marcado buena parte de los más de tres años de mandato. Esta vez, PSOE, Guanyar y Compomís defendieron al unísono una obra de enorme envergadura con la que «se cumple un compromiso con los ciudadanos y una deuda con los clubes, que ahora tienen que emplear una nave reconstruida de más de 30 años», aseguraba ayer el alcalde Jesús Villar, para quien, al margen de las fechas, «lo importante es ir dando los pasos firmes en la consecución del proyecto y dejarlo lo más avanzado posible para los que vengan».

La edil de Urbanismo, Mariló Jordá (Guanyar), que aprovechó para «dar por zanjado» el polémico enfrentamiento con el concejal de Deportes, Jose Luis Lorenzo (PSOE), destacó que «este hito urbanístico nos sitúa en primera línea para conseguir un clúster del deporte de grandísimo nivel». Lorenzo recalcó que «el proyecto ha respetado las necesidades que nos han trasladado los clubes» y Ramón Leyda (Compromís) aseguró que «este ambicioso proyecto vertebra el municipio».

Otro tema salió ayer a relucir. A la pregunta del edil de Podemos, Bienvenido Gómez, presente en la rueda de prensa, de cómo será la gestión, la respuesta fue: «Todo público salvo la cafetería».