Los vecinos de la calle Pi y Margall de San Vicente del Raspeig ya no pueden más. Esta entrada natural al municipio por el sur se ha convertido para ellos en su pesadilla por los ruidos que, aseguran, tienen que soportar. A ello se añade otro problema y es que, al tratarse de un vial estrecho, en la última remodelación la acera se ha dejado a nivel de la calzada, con lo que los vecinos denuncian que a pesar de que hay bolardos, motos y bicicletas se meten por la zona de los peatones si tienen que realizar algún adelantamiento, con el peligro que ello conlleva.

Se trata de una calle de plantas bajas en su mayoría y en la que también son mayoritariamente personas mayores las que las habitan. «Antes de salir de mi casa me tengo que asomar por la persiana y ver que no pasa nadie porque si no me pueden atropellar», asegura uno de los vecinos.

Hartos de la situación, han recogido firmas y ya cuentan con más de 70 rúbricas que apoyan su petición de que se coloquen reductores de velocidad. A la vez, consideran que también sería de gran ayuda que se instalen radares para controlar la velocidad.

Los vecinos han hecho la petición al Ayuntamiento en dos ocasiones, y han acudido también a Ciudadano,s que se ha hecho eco de su petición y ha presentado la solicitud en el registro que aún no tiene respuesta.

La portavoz de la formación, María del Mar Ramos, explica que los vecinos solicitan el control de velocidad en Pi y Margall y de la contaminación acústica de las motocicletas que circulan. Y hace hincapié en que, especialmente en verano, la calle se convierte en un circuito de velocidad para jóvenes con motos. La formación advierte de que entre las diez y media y las once de la noche grupos de jóvenes hacen carreras con sus motos recorriendo la plaza de la Constitución, la calle Velázquez y subiendo por Pi y Margall. «Hacen caballitos, les llamas la atención y se ríen de ti», cuenta un vecino.

Cs ha pedido al consistorio «que estudie la posibilidad de instalar bandas reductoras de velocidad y haga un esfuerzo policial», sobre todo por las noches para evitar las carreras y un posible accidente de tráfico.