El Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) busca por cuarto año las huellas de Roma en Mutxamel. La campaña que se ha realizado en las últimas dos semanas se ha centrado en la zona de La Borratxina, cerca del barranco del Juncaret y el aeródromo. El objetivo ha sido la búsqueda de construcciones romanas que aclaren la aparición de restos cerámicos en un yacimiento ya descubierto hace años, pero que no había sido explorado. Los sondeos realizados en esta campaña dirigida por los arqueólogos Anna Barrachina y Julio Ramón han permitido sacar a la luz más restos cerámicos de la época Altoimperial que ahora van a ser analizados, aunque por el momento no se ha dado por ninguna construcción que aclare su procedencia.

Barrachina destaca que se trata de un área que ha sufrido numerosos cambios con el paso de los siglos, ya que ha sido zona alterada para cultivo, hay una antigua mina de ocre, por allí pasan conducciones de agua de riego, la segunda circunvalación de Alicante y otras infraestructuras. En la zona aparecieron en su día en superficie cerámicas tanto de origen romano como de época moderna, y con estos sondeos han salido a la luz más restos que serán analizados en las próximas semanas, por lo que sospechan que podría haber existido en la zona algún tipo de explotación que sigue oculta o fue destruida. Del mismo modo Barrachina agradeció a los propietarios de las fincas que hayan permitido realizar los trabajos para tratar de sacar a la luz el pasado romano de Mutxamel.

Esta campaña se incluye dentro del programa de excavaciones arqueológicas de la Diputación para 2017, en el que participan 95 voluntarios repartidos en siete enclaves de la provincia, con un presupuesto total de 106.000 euros y que por cuarto año consecutivo ha incluido a Mutxamel. Con estas campañas la Diputación a través del MARQ contribuye al incremento y preservación del rico patrimonio histórico y cultural de la provincia, según el director técnico del Museo, Manuel Olcina.

En los años anteriores, los sondeos y prospecciones arqueológicas en Mutxamel han dado mucho de sí. Entre 2015 y 2016 el MARQ realizó excavaciones que permitieron localizar una balsa romana y tres tramos de un canal en el Juncaret, cerca de donde se ha realizado ahora la campaña. Y con motivo de esta investigación se ha editado un libro que fue presentado el pasado abril por el MARQ y el Ayuntamiento de Mutxamel.

Y en 2017 las excavaciones permitieron sacar a la luz los restos del acueducto romano que llevaba agua desde donde siglos después se levantó el Pantano de Tibi hasta Alicante, la conocida como Acequia de los Enamorados. Las prospecciones en tramos tallados o excavados revelaron un alto grado de conservación de este canal, que fue intensamente usado hace 2.000 años, ya que aparecieron reparaciones y modificaciones, aunque su pista se pierde en Mutxamel y se desconoce hasta dónde exactamente llevaba el agua, aunque se sospecha que era a lo que siglos después pasó a ser la huerta de Alicante. También se realizó una exploración en el Assut de Mutxamel y en la balsa romana.

Después de estas campañas centradas en las infraestructuras hidráulicas romanas, este año se ha tratado de buscar otro tipo de vestigios, con la intención de seguir en años próximos con más sondeos en la zona.