Mutxamel aprobó ayer el pliego de condiciones para contratar el servicio de recogida de basura y limpieza viaria que costará 6,8 millones de euros durante los próximos cuatro años, con la posibilidad de una prórroga de un año.

Este es el contrato más importante de un ayuntamiento y en el caso de Mutxamel el que más quebraderos de cabeza ha supuesto al equipo de gobierno, que ahora confía en revertir la mala imagen y las críticas que ha tenido este servicio en los últimos cuatro años. Los 8 votos del PP y los 3 votos de Ciudadanos sacaron adelante el pliego con la abstención de PSOE, Unitat d'Esquerres y el voto en contra de Guanyem, Compromís y Gent d'Ací.

El actual concesionario, la empresa Urbaser, ya manifestó su intención de finalizar el 31 de diciembre sin acogerse a la posibilidad de prórroga y el concejal de Servicios y Mantenimiento, Rafael Pastor, señala que el objetivo es que el nuevo concesionario comience el 1 de enero de 2019.

Pastor destaca que la intención del pliego «es mejorar el servicio de limpieza». El nuevo pliego incrementa el coste 350.000 euros al año, rozando los 1,7 millones de euros anuales y sobre todo, incorpora mejoras y las necesidades que durante los últimos años los vecinos han transmitido al consistorio.

Mutxamel se unifica en una única zona y el servicio de recogida de basura pasa a realizarse a diario en todo el término municipal. Hasta ahora fuera del núcleo urbano se realizaba cada cinco días.

El concejal añade que otra de las críticas vecinales de restos de suciedad junto a los contenedores ha motivado que se incluya un incremento y un refuerzo de la limpieza. El entorno se limpiará a diario en el casco urbano y según la densidad de población y el número de viviendas se hará cada tres y cada cuatro días en las afueras.

La recogida selectiva pasa de realizarse dos días a la semana a ser tres; y se aumenta el número de contenedores de reciclaje a seis puntos nuevos y otros diez para los contenedores de basura.

Las urbanizaciones de Ravel, La Almajada, Bonalba y La Huerta verán incrementada la limpieza viaria con barrido manual y mecánico.

El problema de acumulación de poda junto a los contenedores también se quiere atajar. Se mantiene el servicio telefónico de recogida a domicilio con cita previa y además se van a instalar siete puntos de recogida de la poda que realicen los vecinos con dos contenedores en cada uno. Estarán en parcelas municipales, en la calle Matí de Bonalba, en Ametller de La Huerta, en dos zonas de Río Park, el lugar donde Pastor reconoce que se producen más vertidos incontrolados de poda; en el Camí de Ferrándiz de Entredós, en Paulines y en La Almajada.

También se refuerza la inspección y además del control del cumplimiento del contrato se incidirá en los vertidos.

Para combatir los orines y excrementos de los perros se incluye como mejora que al líquido repelente que ya se usa en mobiliario urbano se use también un repelente para las farolas. La nueva empresa deberá adquirir una moto con aspirador para eliminar los excrementos de la calle.

Al riego y baldeo de los parques se le añade un refuerzo, el fregado que limpia a presión y con más profundidad, tres veces a la semana. «Hemos querido mejorar el servicio y la calidad de vida de los ciudadanos y que sea un reflejo del cambio y se revierta la situación de quejas. Se han contemplado todas las deficiencias y quejas con el incremento de limpieza y de recogida». Pastor recalca que la rebaja económica puntuará un 20% y que no se permitirá rebajar el servicio más del 10%.