El espectáculo de la berrea toma La Carrasqueta. Desde hace unos días ya se puede disfrutar de este ritual de amor del venado, que cada septiembre atrae a decenas de personas a esta montaña xixonenca, que se ha convertido en una verdadera «aula de la naturaleza» a la que acuden desde 2013 estudiantes del IES Callosa d'en Sarrià.

Y todo pese al riesgo de desaparición de este rito único en la provincia, ya que solo en La Carrasqueta se puede observar y escuchar la berrea de los ciervos en libertad, al margen de grandes fincas privadas valladas. La concesión de permisos de caza que los ecologistas consideran excesivos, así como la acción de los furtivos, que sobre todo aprovechan esta época de apareamiento para abatir a los machos, cuya posición delatan con sus berridos, amenaza su supervivencia.

La época de celo de estos herbívoros comienza a finales del verano y durante unas cuatro semanas los machos emiten sus espectaculares sonidos guturales. que se pueden escuchar a gran distancia, para atraer y defender sus harenes de hembras. Desde la Asociación Defensora de Herbívoros contra Incendios Forestales (Adhif) recuerdan que «la berrea es aprovechada en otros lugares del país como atractivo turístico, ya que a muchas personas les gusta disfrutar de este acontecimiento que brinda la naturaleza». En cambio, «en Alicante no sabemos muy bien hasta cuándo podremos disfrutar de ello. Cada vez cuesta más avistar ciervos, su número en vez de ir a más parece que va a menos y no se dejan de conceder permisos para su caza como si de los Montes de Toledo se tratara».

Esta asociación tiene «la esperanza de que Conselleria de Medio Ambiente algún día aplique el sentido común y gestione a los herbívoros como un bien patrimonial de nuestros montes. No como hasta ahora, con la cantidad de permisos que concede para todas las modalidades de caza, condenando a estos a su desaparición», por lo que reclaman medidas para garantizar la supervivencia.

De igual forma la presencia todas las noches de aficionados a la berrea en La Carrasqueta también dificulta la actuación impune de los furtivos, en una época en la que además está prohibida su caza al ser la época de celo y cuando más vulnerables. Por ello desde Adhif se pide la colaboración de estos aficionados para avisar a las autoridades de la presencia de vehículos sospechosos y facilitar sus matrículas, para que este espectáculo pueda tener continuidad e ir a más en los próximos años, en lugar de luchar para evitar su extinción.

Este espectáculo de la naturaleza ocurre en el periodo de celo de los ciervos, en el que los machos emiten por las noches un característico y llamativo sonido gutural. Las demostraciones de poder de los machos incluyen los berreos y luchas rituales, en las que utilizan su cornamenta, aunque eso es muy difícil de poder ver, al ser normalmente por la noche y también debido al escaso número de machos en La Carrasqueta. Los territorios preferidos para estos rituales son donde las hembras van a beber o alimentarse, y culminan con el apareamiento. Y La Carrasqueta se ha convertido en su nido de amor.