n Las exigentes medidas de seguridad implantadas en las Fiestas de Moros y Cristianos se están cumpliendo a rajatabla en Mutxamel. En primer lugar, esta vez se han organizado dos repartos de pólvora, los días 10 y 12, para que no se acumule tanta cantidad de material explosivo al mismo tiempo. Además, se dejó de usar el antiguo matadero, ubicación que se cambio por un descampado en las afueras, hasta donde se desplazaron miembros de Intervención de Armas de la Guardia Civil.

Ayer mismo, durante el tiroteo, además de tener señalizada y acotada la zona de disparo, por la que pasaron varias veces máquinas baldeando el suelo, fue muy numerosa la presencia de agentes de Policía Local, provistos con chaleco de seguridad, que han estado controlado el acto en todo momento, con la colaboración de voluntarios de Protección Civil.

Y además, una pareja de agentes de la Guardia Civil ha estado presente unos minutos en el tiroteo. Su labor se ha ceñido a confirmar que se cumplen las medidas de seguridad, especialmente en lo que respecta al consumo de alcohol por parte de los tiradores. Ante cualquier sospecha, los guardias hubieran hecho la prueba de alcoholemia al festero que mostrara un comportamiento dudoso. Y no hizo falta usar el alcoholímetro.