Un río de diversión de más 50.000 litros de agua. Unas 2.000 personas participaron ayer en la popular Banyà de La Torre de les MaçanesLa Torre de les Maçanes, que fue más refrescante de lo habitual porque la jornada estuvo marcada por una meteorología menos estival. Un cielo encapotado amenazaba con descargar una tormenta que no llegó, pero que tampoco amedrentó a los asistentes, que no dudaron en mojarse de arriba a abajo con los más de 50.000 litros de agua que corrieron por el centro de la pequeña población de l'Alacantí. Solo alguna gota cayó del cielo, mientras volaban cubos y cubos de agua en la calle. El alcalde Cristobal Sala destacó la gran participación en el acto, así como la ausencia de incidentes.

El principal acto de Les Festes dels Fadrins, que se cerraron ayer, fue toda una fiesta del agua. Cinco cubas distribuidas por la calle principal con un total de 50.000 litros de agua fresca de los manantiales torruanos, así como mangueras que salían del colegio y de otros puntos y los chorros de la fuente, hicieron que salir de la batalla seco fueron una utopía. El remojón estaba garantizado.

A las 13.00 horas el primer trueno pirotécnico dio inicio a las hostilidades. Algunos de los participantes iban disfrazados, como es tradición, otros en bañador o bikini, equipados con gafas de bucear, la mayoría «armados» con cubos, palanganas, pistolas de agua... cualquier cosa que sirviera para echar agua valía. Y es que todo el que entra debe estar dispuesto a mojarse. Nadie sale seco del recinto. Es la Ley.

Tras una hora de combate sin cuartel, el segundo trueno anunció el final de la batalla. Hora de secarse, irse a comer y remojarse... también por dentro.