Posidonia contra el cambio climático. El Instituto de Ecología Litoral (IEL) ha puesto en marcha un proyecto para estudiar cómo se pueden combatir los efectos del cambio climático con las barreras de posidonia oceánica. La iniciativa denominada «El papel de la posidonia oceánica en la adaptación de las costas al cambio climático» cuenta con el apoyo y la financiación del Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Fundación Biodiversidad,que ha seleccionado dos municipios pilotos, El Campello y Santa Pola donde se estudiarán los procesos costeros y sus efectos debidos a eventos naturales o actuaciones humanas.

Desde hace años, el IEL estudia y defiende las propiedades del llamado «bosque submarino», que prolifera por todo el litoral de la Costa Blanca. La acumulación de arribazones de posidonia en la orilla despierta muchos debates sobre los problemas de gestión municipal de estos restos vegetales que se acumulan en las playas de localidades costeras dependientes del turismo.

Con este estudio, cobra fuerza el planteamiento de no retirar la posidonia, al convertirse en un «valioso sedimento natural que forma parte de calas y playas».

Para promover esta teoría proteccionista, la campaña centrará su atención en «proporcionar herramientas de gestión a los responsables de la administración local para que las playas y calas puedan adaptarse en lo posible al fenómeno de la regresión costera debido al cambio climático».

El proyecto incorpora una campaña de educación ambiental, con una guía de sensibilización de gestores de playas y una exposición itinerante sobre los efectos del cambio climático en las praderas de posidonia oceánica y el papel de esta especie en la protección de la costa.

Hasta la fecha, en El Campello se retira diariamente la posidonia desde Semana Santa hasta el 1 de octubre en las playas de Muchavista, Carrerlamar, Almadraba y Amerador; en las calas Enmig, Lanuza y Palmeretes se retiran, en el mismo período sólo si las condiciones higiénicas así lo indican; en la Punta del Riu, Cala Piteres, Platja Barranc d'Aigües, Llop Marí, Illeta dels Banyets y Platja del Carritxal no se retiran nunca.