El Ayuntamiento de Xixona acometerá antes de que finalice el 2018 las obras de restauración de la Torre Grossa y la Alcazaba del castillo del siglo XII, así como el tratamiento de sendas para peatones, como parte de un ambicioso proyecto que se pone en marcha gracias a una ayuda concedida por la Generalitat de cerca de 275.000 euros, procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.

El pleno ha aprobado habilitar los 435.000 euros correspondientes a la parte de las obras que tendrá que costear el consistorio. Los trabajos, cuyo importe total asciende a 663.851 euros, se dividirán en dos fases: la primera, con un coste de 81.338 euros, consiste en la restauración de la Torre Grossa. La segunda parte se llevaría a cabo en 2019 y recoge las obras de reconstrucción de los muros perimetrales de la alcazaba, además del tratamiento de las sendas peatonales. Los costes de esta fase ascienden a más de 582.513 euros.

Un símbolo

La alcaldesa de Xixona, Isabel López, ha remarcado que este proyecto es de vital importancia para todos los jijonencos, ya que «el castillo es el símbolo arquitectónico e histórico más importante de nuestra localidad y un reclamo turístico fundamental, y con su restauración tendremos la oportunidad de recuperar y poder disfrutar mejor de una parte fundamental de nuestras raíces».

La ayuda llega en el año en el que se conmemora el 750 aniversario de la Carta Puebla de Xixona, mediante la cual el rey Jaime I encomendó a sus habitantes presentes y futuros el mantenimiento y la defensa del castillo de la localidad. La fortaleza fue construida por los almohades entre finales del siglo XII y principios del XIII.

Xixona también ha solicitado al Ministerio de Fomento una ayuda de 465.000 euros dentro del Programa 1,5% cultural, pendiente de resolución, y que es compatible con la que se acaba de conceder.