El Obispado de Orihuela-Alicante ya ha desescombrado todos los restos de la ermita de la Coveta Fumà que se salvaron del derrumbe ocurrido el 24 de junio. Por motivos de seguridad, a la pared lateral y toda la techumbre que se vino abajo, se ha sumado la fachada principal del pequeño templo, el frontal en piedra, con forma redondeada que terminaba con un pequeño campanario.
Tras superar el enorme susto que supuso el hundimiento de la ermita 10 minutos después de finalizar una misa sin que se produjera nada más que una herida leve, el paso siguiente ha sido tratar de recuperar la zona, repleta de escombros y cascotes, situada junto a la plaza D. Carlos, ubicada en pleno centro de la Coveta Fumà. Este núcleo residencial aumenta en verano su población, por lo que el Ayuntamiento de El Campello y el Obispado han agilizado las gestiones para devolver unas mínimos garantías de seguridad al lugar del siniestro.
De este modo, ahora se aprecia perfectamente el estado de lo que queda de la ermita de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, construida alrededor de 1965. A la vista están un lateral, recortado en parte, la mitad de la pared del fondo donde estaba el altar, construido también en piedra, un pequeño muro que sustentaba la pared que se derrumbó inicialmente y el suelo original de la ermita.
Vallado del recinto
El alcalde de El Campello, Benjamí Soler confirmó que la retirada de escombros «se hizo lo antes posible, al igual que se valló el recinto». Por parte del Obispado de Orihuela-Alicante, recalcaron que, una vez abiertas las conversaciones con el Ayuntamiento de El Campello, «con el asesoramiento de los técnicos municipales y de la Comisión de Obras del Obispado, se pondrán en marcha las actuaciones pertinentes para que en plazo razonable, la parroquia pueda ofrecer atención religiosa a la zona».
Una opción que baraja el Obispado es ofrecer «misas de campaña» en una instalación provisional, para atender a los feligreses este verano, alternativa sobre la que no ha tomado una decisión.
