Colorido, humor y música, pusieron anoche el broche a las Fiestas de Agost en honor al Patrón Sant Pere Apòstol. Las calles agostense se llenaron de música y alegría que pusieron los comparsistas que ayer dejaron de lado los vestidos de Moros y Cristianos para celebrar el desfile de disfraces que arrancó a las nueve de la noche. Por la mañana los más pequeños disfrutaron de actividades para ellos como el tobogán acuático.