El Campello ya cuenta con un cuarto Bien de Interés Cultural (BIC). Se trata de la única torre de la huerta que se conserva en el término municipal, y pese a que por Ley este tipo de bastiones defensivos deben ser BIC, el enclave no disponía de tal catalogación y era semidesconocido, contando con una protección de Bien de Relevancia Local (BRL). De esta forma la Torre del Barranquet de Marco, situada al norte del río Seco, entre El Campello y Mutxamel, y que data del siglo XVI, ya cuenta con el grado máximo de protección y en los próximos días se publicará esta declaración en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).

El arqueólogo campellero Sergio Lledó fue quien solicitó a la Conselleria de Cultura la incoación de este inmueble como BIC, a raíz de una polémica con unas obras irregulares en la torre que también denunció y dejaron al descubierto el vacío legal provocado por la anulación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU y las protecciones que contemplaba. En diciembre de 2017 la Generalitat confirmó a este medio que tras estudiar el bastión se iba a proceder a su declaración como BIC, y el pasado 21 de junio, Lledó recibió la confirmación de que la Torre del Barranquet de Marco ha sido ya inscrita como Bien de Interés Cultural, culminando así la tramitación. Este arqueólogo ha tenido más suerte que la Colla Muntanyenca de El Campello, que hace una década pidió la declaración de BIC con el mismo argumento, que se trata de una torre de la huerta, pero no fue aceptada por la Generalitat.

Lledó mostró a este medio su satisfacción por haber logrado esta catalogación para este bastión, y espera que se pueda realizar una intervención arqueológica para saber más de la torre, que por otra parte tiene un gran potencial, ya que la cota del suelo actual está tres metros por encima de la original, por lo que la mitad de la torre está enterrada y podrían haber restos relevantes en el subsuelo.

Refugio frente a los piratas

De esta forma este enclave, situado entre el barrio de La Creu del casco urbano campellero y la AP-7, ya cuenta con la misma catalogación de la que ya gozan La Illeta dels Banyets y las torres vigía de La Illeta y del Barranc d'Aigües. Tras recibir la petición de Lledó, los técnicos de la Conselleria han constatado que constituye una edificación defensiva levantada en el siglo XVI para que la población de la huerta de Alicante se refugiara de los ataques piratas que provenían del norte de África. Y al confirmar que se trata de una torre de la huerta, la Ley establece que su catalogación debe ser BIC.

Precisamente esta torre se convirtió en noticia el pasado año por unas obras realizadas a principios de 2017 por motivos de seguridad sin seguir los cauces establecidos para un BRL, por la confusión generada por la anulación judicial del PGOU de 2011. Este caso destapó la problemática surgida por las dudas sobre la vigencia del Catálogo de Protecciones que incluía el PGOU, en el que se recogía la Torre del Barranquet como BRL. El Ayuntamiento y la Conselleria descartaron posteriormente que el rejuntado con mortero realizado por la propietaria en una de sus caras causara daños en el bastión ni alterara su características. E igualmente Cultura confirmó que la protección seguía vigente pero urgía a elaborar un nuevo Catálogo, algo en lo que ya trabaja la Corporación.

Estado de conservación

El último uso que tuvo el inmueble fue como corral de cabras. Se trata de una torre cuadrangular de 7,90 metros de lado construida con mampostería de pequeño y mediano tamaño trabada con argamasa de cal, con refuerzo de sillares en las esquinas. Consta de aljibe y dos alturas conservadas, aunque de la segunda planta sólo ha perdurado el lienzo sur al ser reaprovechado por la casa adyacente.

Su estado de conservación, según reflejaba el Catálogo de Protección de 2011, es «regular», ya que carece de techumbre de ningún tipo y el suelo de la segunda altura realiza la función de tejado. No se aprecian grietas alarmantes, aunque la argamasa de cal que traba los mampuestos de los muros está bastante degradada en las fachadas, motivo por el cual se realizó en 2017 un rejuntado en una de las caras. Por otra parte, se han conservado bastante bien los elementos de sillería de los arcos de entrada e interior de este fortín, que ya es BIC.