El Ayuntamiento de San Vicente, a través de la Concejalía de Urbanismo e Infraestructuras, está mediando entre los pequeños agricultores del municipio y la Sociedad Canal de la Huerta de Alicante con el objetivo de paliar un déficit hídrico que, de persistir, puede acabar con la agricultura en el término municipal.

Los pequeños agricultores de San Vicente dieron la voz de alerta al Ayuntamiento: algunos cultivos pueden regarse con aguas depuradas pero otros precisan del agua del Canal del Huerta, recurso que en estos momentos no les llega. Si la falta de agua persiste la agricultura puede llegar a desaparecer de San Vicente.

La responsable de la Concejalía de Urbanismo e Infraestrcuturas, Mariló Jordá ya se ha reunido con la dirección del Canal de la Huerta. "Nos han indicado que sus prioridades de suministro son en primer lugar los domicilios (el Canal de Huerta suministra el agua potable en Mutxamel), después la agricultura comercial y por último al resto de usuarios y pequeños agricultores", ha afirmado la edil. En estos momentos hay restricciones, por lo que el Ayuntamiento está manos a la obra para encontrar con los agricultores una solución a este grave problema.

Además de ayudar a los pequeños agricultores, Jordá explica que el borrador del nuevo planeamiento de la ciudad dedica un apartado a la agricultura como elemento esencial para mantener la calidad paisajística. "La agricultura se está perdiendo en San Vicente y es nuestra obligación como responsables municipales recuperarla y conservarla".

Las nuevas políticas territoriales a las que San Vicente se ha alineado sostienen que al mismo tiempo que se destacan los nuevos servicios que la agricultura aporta a la sociedad y que la propia sociedad le demanda (los paisajísticos, en concreto) es preciso dirigir a las áreas rurales acciones por parte de políticas habitualmente centradas en otro tipo de espacios y ámbitos de actuación. En ese sentido, la política cultural y de patrimonio, como la de turismo o de conservación de la naturaleza, sectorialmente o, mejor aún, dentro de iniciativas de desarrollo territorial tienen sin lugar a dudas un compromiso con los ´bienes pasajísticos´ que la agricultura ofrece.

Las tramas rurales del paisaje constituyen un elemento muy importante, tanto en la tarea previa de identificación y estudio del patrimonio cultural, como en la elaboración de proyectos de desarrollo sostenible, en los que la puesta en valor de los recursos patrimoniales se perfila como una de sus bases fundamentales.