Milagro en la zona norte de El Campello. Diez minutos después de haber terminado la misa dominical y echar Pilar el cierre a la ermita de la Coveta Fumà, tras salir las cerca de 80 personas que asistieron a la homilía, el templo dedicado a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro se vino abajo. El suceso solo dejó una mujer contusionada, tres coches completamente aplastados y un inmueble destrozado, pero hubiera podido provocar una auténtica tragedia unos minutos antes.

Los asistentes a la homilía, vecinos y bañistas que se dirigían a pasar un domingo en las calas de esta zona de El Campello no daban crédito a lo ocurrido. La misa arrancó a las 10.00 horas con unas 80 personas, ya que en verano la asistencia al templo, que data de 1965, aumenta casi doblando las cifras invernales. A las 10.55, Pilar, que se encarga de abrir y cerrar la ermita, ubicada en la plaza Don Carlos en honor a su constructor, Carlos Poveda Llopis, echaba el cierre y se quedaba charlando fuera, a escasos metros del inmueble, con el sacerdote y una pareja que quería casarse en la ermita. Y a las 11.05 un ruido enorme sobresaltaba esta tranquila zona turística y una gigantesca polvareda envolvía el templo y su entorno sin dejar ver qué había pasado.

Una pared lateral y toda la cubierta se había venido abajo, quedando completamente destrozada la ermita. La pared cayó sobre la calle, donde había tres coches que quedaron siniestro total, y una mujer que acababa de estacionar el suyo y pasaba justo al lado de la pared siniestrada sufrió contusiones, aunque sin gravedad, al huir del estruendo, los cascotes y la polvareda. Y la cubierta se desplomó sobre el interior, donde, de haber estado aún los feligreses, podría haber tenido consecuencias gravísimas, probablemente mortales. Al lugar acudieron Policía Local, Bomberos, Guardia Civil y una ambulancia, acordonando la zona y rescatando algunas reliquias como dos cuadros, dos vírgenes y el sagrario. La zona se acordonó, a la espera de una revisión del estado de lo que ha quedado, para llevar a cabo la retirada de los escombros e investigar las causas del siniestro.

Este templo estaba realizado con mampostería y tejado a dos aguas con teja curva, destacando la entrada con arcos de medio punto y la imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro en el centro de la fachada. Precisamente, según explicaron ayer feligreses, acababan de realizar hace dos semanas obras en la cubierta para acabar con las goteras y estaban viendo presupuestos y fórmulas de financiación para lograr los 6.000 euros necesarios para reparar las grietas que presentaba el templo, que pertenece al Obispado.

Al lugar acudieron el alcalde Benjamí Soler (Compromís) y concejales de todas las formaciones con representación en el Ayuntamiento. Juanjo Berenguer (PP) manifestó a este medio la necesidad de que el Ayuntamiento ayude en la reconstrucción, señalando por su parte el primer edil que colaborarán en todo lo posible.