El Ayuntamiento de San Vicente del RaspeigSan Vicente del Raspeig está buscando alternativas antes de que en dos años, en 2020, finalice el actual contrato de limpieza y recogida de basura formalizado en 2011. La empresa que gestiona actualmente el servicio ya ha comunicado al Ayuntamiento que no va a acogerse a las prórrogas de seis meses cada una que le permite el contrato y de esa forma San Vicente. Para adelantarse a este hecho la concejala de Urbanismo, Infraestructuras y Servicios Urbanos, Mariló Jordá, está explorando nuevas fórmulas que incluyen la municipalización del servicio y ello consciente de que en 2019 se celebran las elecciones municipales que decidirán qué partido o partidos van a tomar las riendas del Ayuntamiento. Con el horizonte puesto en el fin de contrato la concejala señala que «se va a hacer lo que sea más conveniente para San Vicente».

El consistorio ha encargado a una empresa de León a través de una contratación directa por ser contrato menor un estudio del servicio que va a valorar qué sistema de gestión es más ventajoso para San Vicente, la municipal o como ahora, la que elabora una empresa privada.

«En 2020 se acaba el contrato y Cespa ya nos ha dicho que no quiere prórroga. Así que cuando acaben tengo que tener preparado una alternativa porque estamos hablando del contrato más elevado del Ayuntamiento»,advierte la concejala.

La recogida de residuos y la limpieza viaria es el contrato de mayor coste con un presupuesto anual de 5.852.813,79 euros que incluye la recogida de basura, la gestión de la planta de transferencia, el vertido y tratamiento de residuos en la planta de Xixona y la limpieza viaria de la ciudad. Y es también un quebradero de cabeza porque se convierte en queja constante y uno de los aspectos en los que más hincapié está haciendo el consistorio, con campañas de concienciación para mejorar la imagen de la limpieza.

Comprar 1.000 contenedores

La concejala critica que en el actual contrato a diferencia de otros municipios todos los medios los pone la empresa por lo que cuando finalice el contrato no revertirán ni los vehículos ni los contenedores. Y añade que se deben de prever las necesidades una vez que acabe. Jordá adelanta que ello va a suponer que el próximo contrato deberá prever 1.000 contenedores.

Del servicio actual, la concejala de Servicios Urbanos arremete contra el anterior equipo de gobierno popular que formalizó en 2012 el contrato que advierte «está blindado» a nuevas mejoras y las prestaciones son las mismas. Y de hecho, esto le ha hecho pedir ofertas para formalizar con un contrato menor el incremento de tres horas de los baldeos con otra empresa y que preste el servicio a mediodía.