Dos semanas manando agua maloliente sin que nadie que ponga freno. Las protestas de un vecino de Mutxamel, que desde hace 15 días ve como de una trapa situada al lado de su casa desborda agua sin control, aún no han tenido respuesta. La zona limítrofe entre Sant Joan, Mutxamel y Alicante ha ayudado a crear cierta confusión a la hora de saber quién debe detener este caudal, ya que las viviendas afectadas pertenecen al término de Mutxamel, pero la trapa es de Sant Joan.

El afectado, Eduardo Revuelta, asegura que estos últimos días ha llamado «al Ayuntamiento de Mutxamel, al Seprona, a la Guardia Civil, a Sanidad y nadie me ha hecho caso. Y el problema no lo tenemos solo los vecinos que soportamos el mal olor, sino los bañistas que acuden a la playa de la Albufereta, donde al final van a parar todos estos residuos».

La trapa está en una zona con pendiente y el vertido llega de forma directa al Barranco del Juncaret. A partir de ahí, se puede seguir el rastro del agua avanzando por el canal artificial, que va oscureciendo su color y manteniendo un firme a medida que avanza de forma paralela a la partida de Lloixa (en Sant Joan), cruza a la parte contraria de Santa Faz y, una vez dentro del término de Alicante, sigue su camino hasta desembocar en la Albufereta. La distancia entre el vertido y la playa es ocho kilómetros, pero los episodios de mal olor se repiten en varios lugares del recorrido.

Al recibir la llamada del vecino, operarios del Ayuntamiento de Mutxamel acudieron a la zona del vertido, pero al comprobar que el problema ocurría fuera de su área de competencia, no intervinieron. La instalación obstruida forma parte del colector donde vierten tanto las aguas fecales como pluviales que se recogen en la zona de urbanizaciones del sur de Mutxamel. Y de ese colector es responsable la Mancomunidad de L'Alacantí. Según su presidente, el alcalde de Sant Joan, Jaime Albero, hasta ayer no tuvieron «conocimiento de la avería y por tanto no pudieron intervenir. Este viernes se limpiará la zona».

Este pozo de agua turbia y maloliente se debe, aparentemente, a un atasco en el colector, que no digiere los residuos que le llegan. Entonces, los restos salen a la superficie por donde pueden. Entre lindes de tres municipios.