Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

San Vicente del Raspeig

Vandalismo sin fin en Lo Torrent

Aseos rotos y sucios, puertas cerradas con cadenas, cuadros de luces abiertos y precintados y un agujero inmundo que lleva meses sin taparse

Uno de los cuadros de luces roto y que está precintado en el parque Lo Torrent. información

El parque más emblemático y utilizado de San Vicente del Raspeig, l'Hort de Torrent, es también el más afectado por el vandalismo. Muchas de las papeleras están rotas o desfondadas y se cae la basura, la puerta del aula de la naturaleza permanece cerrada con una larga cadena después de haber sufrido varios «atropellos», han desaparecido plafones y bombillas de este edificio; el cartel para informar de las rutas a pie de El Paseíto está roto y grafiteado. Hay muchos desperfectos y el Ayuntamiento echa la culpa a los continuos actos vandálicos que impiden que el parque levante cabeza y pueda lucir como merece.

Las zonas verdes están cuidadas, pero mobiliario urbano e infraestructuras dan imagen de dejadez. No hay vigilancia y el parque cierra en verano a las doce de la noche y en invierno a las diez lo que permite que unos pocos hagan de las suyas y lo destrocen.

Una de las pruebas más evidentes es un recoveco que hay junto al aula de naturaleza cuya reja ha desaparecido y que gracias a su profundidad se convierte en un refugio donde hay botellas y restos orgánicos. La Policía Local ha presentado en los dos últimos meses partes para que se tape dicho conducto porque se ha convertido en un foco insalubre, pero sigue abierto.

Hay también contadores de la luz rotos y precintados. De los dos bloques de aseos, sólo funciona uno porque el Ayuntamiento está valorando arreglar el que está junto al aula de la naturaleza que está cerrado desde que la tomaron con los aseos, que amanecieron sin grifos, sin interruptores de la luz y con las puertas rotas.

La concejala de Parques y Jardines, Nuria Pascual, de quien depende el mantenimiento, lamenta que el parque sufre de «vandalismo continuo» y niega que exista dejadez. «Hacemos reparaciones y al día siguiente aparece roto otra vez». Y reconoce que tiene una gran «sensación de impotencia porque haces el esfuerzo y lo vuelven a reventar». El último acto vandálico es del 7 de junio, unas pintadas que son lo más fácil de eliminar porque se hace el mismo día y además, se da parte para tratar de descubrir al autor a través de la firma; para el resto de desperfectos asegura que es necesario un presupuesto y se demora más.

Sobre la suciedad en los aseos, la concejala señala que se limpian una vez al día, pero si hay comportamientos incívicos la suciedad queda hasta el día siguiente.

Tampoco hay vigilancia; aunque sí señala que se pide a las patrullas de policía que pasen a menudo por el parque. Nuria Pascual explica que el Ayuntamiento ya se ha planteado la instalación de cámaras de vigilancia, pero el escollo es la conexión wifi que necesita. Además, advierte que en el interior de los aseos, que es el sitio por excelencia que más actos vandálicos sufre, no se pueden colocar.

Aseos antivándalos

El problema en los aseos viene de lejos. De hecho, la situación ha llegado a ser tan insostenible que el consistorio destina algo más de 360.000 euros en una de las inversiones financieramente sostenibles a la construcción de dos cuartos de baño antivandálicos y también un vallado pendiente de licitarse. Según cuenta la edil, se trata de evitar que se puedan romper fácilmente o que se quiten los elementos. Las tazas del váter son, por ejemplo, metálicas «porque es más difícil que las destrocen».

Para el grupo municipal popular la imagen del parque es de falta de mantenimiento de sus infraestructuras. La portavoz, Mercedes Torregrosa, denuncia que «no se puede consentir que un parque tan emblemático tenga ese aspecto y no tiene ni conserjes». Exige al tripartito un plan de choque «que deje las instalaciones como se merecen».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats