Mejores conexiones con el casco urbano, equipamientos, más seguridad y alumbrado, aumento de las frecuencias del transporte y mejora de la señalética. Éstas son las principales peticiones de los vecinos del diseminado de San Vicente del Raspeig, registradas en el marco del proceso de participación que la Concejalía de Urbanismo ha puesto en marcha con el objetivo de que la ciudadanía se implique en el diseño del nuevo Plan General Estructural. El diseminado ocupa 995 hectáreas, un 25% de la superficie del término municipal, frente a las 235 hectáreas del núcleo urbano (6% de superficie del municipio). Asimismo, se estima que existen 5.500 viviendas.

Asimismo, en el taller que se celebró en el centro social de Los Girasoles, los residentes de las urbanizaciones reclamaron el desbroce de los caminos, la mejora de la calidad paisajística, la limpieza de parcelas abandonadas, que no se expanda más este tipo residencial de ciudad dispersa y que no se mezclen usos, entre otras.