La Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig va a iniciar una actuación para mejorar la fluidez en los accesos por la zona sur, que ha quedado más encorsetada desde la implantación del tranvía. De esta forma, con el objetivo de aliviar la congestión de tráfico que se produce con frecuencia, y especialmente por las tardes, para acceder a la calle Alicante por la calle Pelayo, la Concejalía de Urbanismo e Infraestructuras va a llevar a cabo una actuación global de reurbanización integral, lo que incluye la ampliación de carriles. Los trabajos se han planificado en tres tramos: calle Villafranqueza con calle San Juan; la intersección entre las calles Pelayo, Villafranqueza y San Juan; y la calle La Huerta y el vial Labradores. Para la ejecución de estas obras el presupuesto asciende a 455.000 euros.

La concejala de Urbanismo, Mariló Jordá, explica que desde la implantación del Tram, «las calles Alicante y Ancha de Castelar perdieron accesibilidad vial, sobre todo desde la zona sur, y son muy frecuentes los colapsos de tráfico». El proyecto intenta dar fluidez a la circulación de los vehículos con cambios estructurales, como la creación de un doble carril de salida en el tramo de la calle Pelayo situado entre la calle Villafranqueza y la Calle San Juan que obligará a eliminar aparcamiento para mejorar la fluidez del tráfico. Esta actuación lleva aparejada la reordenación de las bandas de aparcamiento, mobiliario urbano y repavimentado de aceras. A la vez, con el objetivo de mejorar la seguridad vial en la intersección entre las calles Pelayo, Villafranqueza y San Juan el consistorio ha previsto la reordenación del entorno, con la peatonalización de un tramo de la calle Benlliure y la ampliación de la plaza. En el tramo entre las calles La Huerta y Labradores se harán nuevas las aceras para unificar el aspecto de la calle. Además, estos pavimentos serán más accesibles. Y contará con un aparcamiento en batería y otro se realizará en cordón.