¿Se ha reunido el alcalde de San Vicente con Ikea? La duda quedó en el aire y se encargó de sembrarla la portavoz del grupo municipal popular en el ayuntamiento sanvicentero Mercedes Torregrosa. Fue una de las preguntas orales del pasado pleno y quedó sin respuesta. El alcalde, el socialista Jesús Villar, quedó callado unos instantes para emplazar al pleno de abril la respuesta.
Los populares consideran que esa callada es un sí implícito y quieren conocer si se están manteniendo conversaciones para dicha instalación.
El alcalde explicaba ayer que en noviembre de 2017 hubo una toma de contacto con un bufete de abogados que representaba a Ikea. Y advierte de que «no ha habido un contacto directo con la empresa». Según señalaba el primer edil, «los representantes mostraron interés por terrenos de la cementera y se puso en su conocimiento la situación en la que se encontraban. Desde entonces Alcaldía no ha vuelto a tener ningún contacto más». Desde 2014 la antigua fábrica de cementos cuenta con elementos catalogados que impiden su demolición y por tanto, implicarían que la mercantil los pusiera en valor y mantuvieran.
Jesús Villar reconoce que en el Ayuntamiento «podría haber interés por la instalación de Ikea», pero con condiciones, «solo la caja, no al macrocentro».
La concejala de Urbanismo, Mariló Jordá, de Guanyar, por su parte, es muy crítica con el grupo popular a quien incluso acusa de ser «cínicos» al preguntar al alcalde si ha habido conversaciones con la multinacional del mueble. Y lamenta que «cuando la fábrica se podía demoler desviaron la atención y ahora quieren que la compremos» y añade «ellos mismos firmaron un convenio que contemplaba su demolición». Jordá señala que ahora están muy interesados en la instalación de la tienda pero, advierte, «ellos desviaron hace años a Ikea hacia Alicante cuando se interesaron por San Vicente».
La concejala señala que han sido los propios directivos de Cemex en Madrid quienes le han dado esa información que, asegura, la dejó muy sorprendida. «Cemex me dice que estuvieron en conversaciones con Ikea y entraron en negociaciones y que fue el grupo popular el que desvió el interés de Ikea por San Vicente». La edil no puede precisar el año de dicha conversación, que sitúa antes de 2008, cuando el Ayuntamiento de San Vicente firmó el convenio de cese de actividades de Cemex. La concejal de Urbanismo expone que en aquel convenio también había un compromiso del Ayuntamiento de promover la modificación urbanística del terreno con calificación industrial para hacer un cambio de usos donde se incluían un parque comercial, de ocio, de oficinas, hasta 500 viviendas de protección oficial y dotaciones públicas como instalaciones educativas y deportivas.
Jordá advierte de que el tripartito es tajante en su postura de no comprar la cementera. «No solo es comprar el suelo, hay que hacer una gran infraestructura».
