El Ayuntamiento de Xixona ha iniciado unas obras en el parque municipal Barranc de la Font para mejorar su accesibilidad, acondicionar las gradas para que se puedan instalar sillas y consolidar el talud del extremo sur, donde además se va a crear un mirador.

La edil de Parques y Jardines, Rosa Arques, explicó que las obras arrancaron hace dos semanas y su duración es de unos dos meses, con una inversión de más de 38.000 euros. La actuación afecta por un lado a las gradas, que son de grava, lo que complica el acceso por ejemplo de personas en sillas de rueda o carros de bebé, además de dificultar la instalación de sillas cuando se celebran en el parque actuaciones. Por ello se va a sustituir la grava por césped artificial, acondicionando toda esta zona para mejorar su accesibilidad.

De igual forma se están realizando labores de consolidación del extremo sur del parque, con la instalación de rocas de grandes dimensiones, ya que se ha producido un desplazamiento del terreno y es necesario actuar en esta zona para estabilizarla y asegurarla, y evitar así que vaya a más. Hay que recordar que este ha sido un problema que arrastra el Barranc de la Font desde hace décadas, ya que el parque se levantó sobre lo que era una rambla y tuvo graves problemas de inestabilidad que lo mantuvieron cerrado y sin inaugurar durante los años 80 y 90.

El Ayuntamiento va a aprovechar esta intervención de consolidación para crear un mirador en el extremo sur del parque, al que se bajará por unas escaleras que se habilitarán en el talud de rocas, y que supondrá una nueva zona de esparcimiento con vistas a la zona sur del municipio, con las montañas de Santa Bárbara y Almadens en primer término.

Segunda fase

Estas obras se suman a las acometidas en 2016 por la Corporación, cuando ya se mejoró la accesibilidad a las gradas con la construcción de una rampa de 2,5 metros de ancho. Además se acondicionó el escenario, se mejoró la iluminación y se actuó en la zona recreativa, donde se encuentran los juegos infantiles y restaurante, donde se sustituyó el pavimento de gravilla por otro de hormigón impreso para mayor seguridad y durabilidad.

Entonces la inversión fue de 35.000 euros, y la que se está acometiendo ahora viene a complementarla, sobre todo en cuanto a la accesibilidad de las gradas a un recinto que acoge, en especial en verano, numerosos actuaciones y otros actos como por ejemplo la presentación de los capitanes de los Moros y Cristianos y el pregón, y conciertos. Según los plazos previstos, las obras de reforma estarán acabadas antes del verano.