«Mis dueños se han artado (sic) de mi y ya no me quieren. Estoy castrada». Esta es la frase, con falta de ortografía incluida, que llevaba atada al cuello con bridas uno de los dos perros que ha sido abandonado en Busot.

María Argelés, miembro del comité de esta organización de rescate, explica que se trata de dos canes, uno de ellos una hembra de color negro y el otro un macho de color claro que parece ser su hijo. Fueron encontrados la semana pasada cerca del restaurante Cinco Hermanos de Busot muy asustados y confusos. Ahora se encuentran en cuarentena en un hotel para perros que BARC se encarga de pagar, al igual que todos los costes del veterinario, ya que se trata de una asociación que no cuenta con albergue y que se financia a través de donaciones de particulares.

BARC ha colocado carteles por todo el municipio de Busot y ha lanzado una campaña en redes sociales ofreciendo 300 euros a quien pueda aportar algún dato sobre los propietarios de estos dos canes, con la intención de localizarlos y denunciarlos ante un juez.

Aumento de abandonos

Argelés advierte que se ha producido un aumento en los casos de abandono que tienen lugar en Busot, ya que en 2017 recogieron un total de 35 perros y en lo que va de año 2018 ya han asistido a 20 canes. La asociación se ha visto desbordada, ya que no cuentan con albergue y piden ayuda económica y voluntarios que acogan a los canes en sus casas.