La Finca La Dominica de Sant Joan d'Alacant desapareció del mapa en 1999, después de haberse intentando de forma infructuosa su mantenimiento. Del edificio se guardaron piezas que habían quedado en el olvido, hasta ahora.

El pasado mes de enero se localizó el arco de la Finca La Dominica en un almacén municipal que se utiliza para depositar los vehículos inmersos en procedimientos judiciales.

Después de años de protección, finalmente en noviembre de 2009 el Ayuntamiento derribaba La Dominica, una finca protegida catalogada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como Bien de Relevancia Local. El alcalde de entonces, el socialista Edmundo Seva, anunció en el pleno de septiembre que la Generalitat Valenciana la descatalogaba a petición del Ayuntamiento y «dado el estado de ruina en el que se encuentra», como recoge la crónica de la época. Y ello tras una década protegiendo el inmueble que en 1999 había sufrido un derribo por parte de la empresa que compró el inmueble y quería construir viviendas.

Antes de proceder a su derrumbe se protegieron los elementos que quedaban y que podían ser susceptibles de montaje en otras localizaciones.

Uno de estos elementos fue el arco del zaguán de la finca, de sillares de piedra caliza, que fue desmontado, catalogado y almacenado en una dependencia municipal, donde ha estado oculto.

De su existencia tenía conocimiento el alcalde, el socialista Jaime Albero, quien ha puesto todo su empeño en localizar los restos de aquel inmueble. Tras recorrer diferentes almacenes municipales, Albero reconoce que logró localizar estos restos. Estaban arrumbados en un almacén.

El primer edil señala que para su colocación y dado el tamaño del arco, no puede ser en cualquier lugar. Para ello ha encargado al Área de Vías y Obras «para que sea este arco el que dé la bienvenida a Sant Joan en la nueva rotonda de Abril, construida el pasado 2017 por la Conselleria de Infraestructuras en las inmediaciones de la antigua localización de La Dominica», destaca Albero.

El excapataz de vías y obras, ya jubilado, supervisará esta instalación que contará con un servicio especializado de trabajos con piedra natural. Se prevé el montaje del arco para antes de verano de 2018. «Con el montaje de este elemento histórico se resarce la memoria de una de las casas más singulares de nuestra huerta, que fue derribada con nocturnidad y alevosía por un propietario irresponsable», expresaba el alcalde.