Más de dos décadas lleva San Vicente del Raspeig creciendo demográficamente y de manera ininterrumpida. Los números que maneja el INE, Instituto Nacional de Estadística, así lo reflejan. El municipio ha pasado de tener una población de 34.986 habitantes en el año 1996, primer año en el que se registran datos, a 57.175 en 2017. El incremento con respecto a 2016 ha sido de un 1,56%, con un total de 873 nuevos empadronados, lo que la convierte en la localidad del la provincia de Alicante que más ha crecido demográficamente en el último año. De esta forma, San Vicente se sitúa como la séptima ciudad más importante de la provincia, a punto de alcanzar a Alcoy que tiene 59.106 habitantes.

«Estas cifran nos dan la razón», asegura el alcalde de San Vicente, Jesús Villar, «cuando presumimos de ser un municipio amable para las personas, con excelentes servicios y comunicaciones, con instalaciones universitarias y una economía próspera. Todo esto nos convierte en una ciudad elegida para vivir, trabajar e invertir». Así, para el primer edil socialista, San Vicente es «una gran ciudad que ha sabido crecer armónicamente» pero que también «ha sabido preservar su esencia como municipio, sus tradiciones y su cultura autóctona». «Nos hemos convertido en una gran ciudad sin perder el encanto de un gran pueblo», añade.