Ni particulares, ni inmobiliarias ni ningún banco se ha presentado al concurso para vender al Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig viviendas. El plazo acabó a las dos de la tarde de ayer y nadie se presentó al contrato privado de adquisición de viviendas. El Ayuntamiento contaba con 600.000 euros para esta compra y la condición es que debía invertirse antes de diciembre. Algo que ya es imposible. El consistorio estaba dispuesto a pagar hasta 80.000 euros, sin contar con el IVA, por cada casa.
El tripartito constató ayer el fracaso del proyecto que pretendía dotar de viviendas de transición a familias desfavorecidas de San Vicente del Raspeig. «Entre 20 y 30 familias», aseguró ayer la concejal de Bienestar Social, Begoña Monllor, quien aseguró estar «en estado de shock» al constatar el plan fallido. Su área fue la encargada de redactar las condiciones que debían reunir las familias y lamenta que «tenía plan A si teníamos muchas casas, y plan B, si teníamos pocas; pero no tengo un plan para este caso», aseguraba Monllor, quien se emplaza a una reunión con la concejal de Urbanismo, Mariló Jordá, y el edil de Contratación, José Luis Lorenzo, para decidir qué pasa ahora.
El tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) tiene que ver si es posible destinar el dinero a algún proyecto. Algo muy difícil porque a mitad de octubre no es posible sacar a licitación ninguna obra porque se excedería del plazo y sólo las que están valoradas en menos de 50.000 euros pueden adjudicarse sin licitación.
Lo que es una realidad es que la inversión destinada a servicios sociales se pierde. Y que ningún área quiere asumir este fracaso.
Este contrato depende de varias áreas. En él ha intervenido Bienestar Social poniendo las condiciones que debían cumplir las familias; Urbanismo que ha hecho los pliegos técnicos de las viviendas y Contratación, que pone en valor haberlo tramitado en muy poco tiempo. El concejal del área, José Luis Lorenzo, reconoce que ahora no hay tiempo material para hacer ninguna actuación. «Habrá que replantearse la situación y ver dónde hemos fallado», admite. «Creo que el Ayuntamiento se ha pasado en los extras, quizá las viviendas estaban a precio de mercado pero exigiendo el ascensor por ejemplo no había pisos con esos precios». Asegura que a su área han acudido particulares e inmobiliarias a interesarse, y «o no les encajaba la oferta o no llegaban a los requisitos. Se promocionó a todos los bancos, la promoción se ha hecho bien». La Intervención municipal indicaba a Contratación que actualmente sólo se puede amortizar deuda o destinarla a proyectos de inversiones financieramente sostenibles, pero ahora no hay ninguna IFS redactada.
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