La demolición y desescombro del edificio de cuatro plantas que se derrumbó hace un mes en el casco antiguo de Xixona ya ha finalizado. El pasado jueves se estaba pintando la pared del edificio contiguo, tras retirar los escombros del solar, y desde hace días la calle Galera se ha reabierto al tráfico.

El siniestro se registró el 7 de septiembre en un inmueble en ruinas, donde el Consistorio había ya cortado el tráfico una semana antes al producirse un pequeño desprendimiento. Los vecinos de la zona habían alertado en varias ocasiones del peligro de derrumbe de la vivienda y el Ayuntamiento envió varias órdenes de ejecución a los propietarios que, según la Corporación, fueron «desoídas».

Un hombre que se encontraba dentro cuando se produjo el derrumbe resultó ileso, y al día siguiente del suceso se iniciaron los trabajos de desescombro y demolición por parte de una empresa contratada por los dueños, que se han alargado hasta esta semana.