El pleno de San Vicente del Raspeig ha aprobado la moción presentada por el Partido Popular para reducir el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en un 5% para el año 2018. La propuesta salió adelante pese al voto en contra del tripartito formado por PSOE, Compromís y Guanyar, que se opusieron a esta bajada del impuesto. La oposición en bloque se unió para sacar adelante dicha medida y en la sesión plenaria se volvió a evidenciar la minoría del equipo de gobierno, que cuenta con 12 ediles, frente a los 13 del resto de partidos.

La concejal popular Carmen Victoria Escolano explicó que se trata de una rebaja «moderada, responsable y asumible que no pone en riesgo ni los servicios básicos ni las inversiones». Asimismo, argumentó que se puede aplicar en 2018 debido a la mejora de la situación económica de las arcas públicas, al aumento de los ingresos para el Ayuntamiento, a la regularización catastral y al bajo nivel de endeudamiento municipal.

En este sentido, la edil del PP afirmó que el Consistorio recaudó en el último ejercicio 12,6 millones de euros por el IBI de naturaleza urbana, lo que supuso 600.000 euros más de lo previsto inicialmente. Así, la rebaja del impuesto propuesta por el Partido Popular sería equivalente a este exceso de recaudación.

Desde la formación añadieron que, previsiblemente, este aumento de los ingresos por el IBI será todavía mayor en 2017 y 2018, una vez finalizado el procedimiento de regularización catastral, que en la práctica supone un incremento del recibo para miles de vecinos. Y es que, esta medida afecta a aquellos propietarios que no habían declarado sus inmuebles o que lo hacían de forma incompleta o incorrecta por no incluir ampliaciones o rehabilitaciones en sus viviendas.

Por otra parte, el PP indicó que la bajada del tipo de gravamen del IBI para 2018 tendrá un efecto real en el bolsillo de los sanvicenteros debido a que ya ha finalizado la actualización de los valores catastrales que comenzó en 2013. En esta línea, Escolano explicó que el gravamen se redujo en un 9% anual durante los años 2014, 2015 y 2016 para evitar que la actualización de los valores catastrales repercutiera en un aumento del recibo. Además, el actual equipo de gobierno rebajó el año pasado en casi un 4% dicho gravamen.

Por su parte, el concejal de Hacienda de San Vicente, Alberto Beviá, de Guanyar, ha solicitado un informe técnico para conocer si la rebaja del IBI puede ser efectiva durante el próximo año, ya que la modificación de esta ordenanza fiscal requiere de unos plazos legales que «difícilmente pueden cumplirse». Para Beviá, la propuesta del PP aprobada en el pleno con el apoyo de Ciudadanos, Sí Se Puede y los dos ediles no adscritos, puede quedarse en un brindis al sol: «El PP sabe que puede no llegar a tiempo; debería haberla planteado mucho antes, porque conocen perfectamente los plazos y, al final, todo puede quedar en una falsa expectativa para los ciudadanos».

«Vamos a ser cautos y a esperar el informe, pero lo cierto es que si el día 1 de enero esta modificación no está aprobada definitivamente, la Ley impide que pueda entrar en vigor», declaró el edil de Guanyar, quien explicó que el cambio del tipo impositivo (del 0,7670 al 0.7287) debe someterse a unos trámites con unos plazos legales «insalvables». «Hoy mismo he dado las instrucciones para que la tramitación del nuevo tipo de IBI se realice de la forma más ágil posible», añadió Beviá.

Sin embargo, para el responsable de Hacienda la propuesta del PP es «demagógica, populista e irresponsable», porque no especifica de qué servicio público o de qué inversión se recortará el dinero (630.000 euros) para compensar la pérdida de ingresos. «Desde la oposición es muy fácil pedir que se rebajen los impuestos», criticó.